Pasado, presente y futuro
Yo también lo tengo justo delante, pero es como si no lo viera, porque pasa tan veloz que queda atrás de inmediato
Desde hace algunas semanas me ha dado por vivir el futuro y nunca estoy presente. Al adelantarme en el tiempo no coincido con casi nadie, ... porque la inmensa mayoría de la gente vive anclada en el momento actual e incluso en el pasado. Yo también lo tengo justo delante, me refiero al presente, pero es como si no lo viera, porque pasa tan veloz que queda atrás de inmediato. Las personas que me acompañaban también se han ido quedando rezagadas hasta dejarme solo. No sé si me explico. Voy a poner un ejemplo: imaginemos al peregrino que anda más rápido que el resto de los acompañantes, pues algo similar pasa conmigo. No aguardo a que lleguen y sigo caminando hacia un destino misterioso. Esta conducta trastoca la vida cotidiana tanto en lo relativo a fechas como horarios. A fuerza de anticiparme a las citas y no tener paciencia para esperar, nadie queda conmigo. Mi tiempo no coincide con el horario de los demás.
Hoy es un domingo de noviembre de 2022 y en este preciso instante estoy volando en avión. Hace una semana fue mi cumpleaños y nadie me felicitó porque aún no había llegado ese día para ninguna de las personas que conozco. Para todas ellas todavía falta poco más de dos meses para alcanzar esta fecha. Cuando me llamen no contestaré a nadie porque seguiré fuera y durante los viajes apago el teléfono móvil. Así que ahora mismo estoy experimentando un alejamiento no sólo temporal sino también espacial. Tengo una gran curiosidad por descubrir lo que pasará cuando llegue al aeropuerto. Tal vez me lleve la sorpresa de comprobar que los pasajeros del vuelo somos los últimos habitantes del planeta. Recuerdo aquellas vanas discusiones sobre la vida eterna y la inmortalidad. Nunca he comprendido a los vanidosos que persiguen la gloria póstuma. Hay personas que tienen muy claro cómo desean ser recordadas, aunque probablemente jamás lo descubran. Yo sí lo sabré porque vuelo un par de meses por delante: el corto plazo de la posteridad.
La mujer que está sentada a mi lado lee un periódico con fecha de hoy: Domingo 27.11.2022. Los pasajeros del avión coincidimos en el tiempo y en el espacio. Vamos juntos hacia el mismo lugar, pero ignoro lo que sucederá cuando lleguemos al destino. Entonces cada cual vivirá su propio horario y será difícil que volvamos a coincidir en el futuro. Leo de reojo las noticias del periódico y enseguida certifico lo que sucedió ayer. De nuevo el pasado, como si únicamente cobrara importancia lo que ya se ha consumado y no tiene solución. Cierro los ojos y trato de dormir para que pase más rápido el tiempo, aunque jamás consigo dormir en los viajes y menos por el aire. Todavía faltan diez horas para aterrizar y eso es inamovible. Luego, el tiempo dirá.
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