Un millón en plataformas
VOLTAJE ·
Cuánto dinero sumará lo que gastamos en suscripcionesTengo más plataformas que una 'drag queen'. Llegué a esta conclusión la otra noche, esquivando los infinitos planes de cultura o de ocio que tienen ... para mí mis amigos, cuando me volví a introducir en la amalgama de ofertas de películas, series y documentales de variable interés que tenemos a nuestra disposición, y eso sin contar los libros o con la dulzura de no hacer nada. Ver la televisión no suele entrar en mis planes. Pero cuando hay un solo contenido que quiera ver en una plataforma que no tenga, me suscribo por ese mes, que vale casi lo mismo que una entrada de cine. Luego, en uno de esos momentos que tiene uno en los que todo le parece barato, me paso a la suscripción anual, que al final sale más a cuenta. El resultado es la ansiedad ante una aparatosa oferta de contenidos imposibles de abarcar, que se vuelve densa cuando azota la indecisión y que hace investigar y perder el tiempo, el nuevo 'zapping'. Por eso hay algunas plataformas que no piso en varios meses, pero recuerden que entonces ya estoy atrapado en la suscripción anual.
Cuánto dinero sumará lo que gastamos en suscripciones. No suelen venir solas. Estarán muy bien invertidas, pero no me saldrían las cuentas entre contenidos audiovisuales, de las que calculo que son seis, pero podrían ser más, revistas o periódicos, que son cuatro. Encima tengo una mentalidad pionera porque me suscribí a Spotify muy poco tiempo después de que llegara a España, comenzando por suscripciones diarias, y desde entonces abono la mensualidad con un ímpetu religioso, manteniendo la fe en que esa cantidad es inferior a la que habría gastado en todos los discos que he dejado de comprar.
La tomo con Spotify porque fue la primera vez que pagué en cualquier plataforma, pero es de lejos la mejor amortizada de todas. Mi cariño, ya corporativista, se ilustra en el coraje que siento cuando voy a un bar y tienen la versión gratuita de Spotify, con anuncios, costumbre que además de ser dudosamente legítima me parece una ordinariez. Más complacientes me resultan los lectores no suscritos. Me explico: tengo conocidos que no están suscritos a SUR, así que casi nunca pueden leerme, al parecer tampoco pueden ir a una cafetería donde lo tengan a pedir un café o una caña, ni mucho menos ir a un quiosco, y que me dicen que solo leen las dos primeras frases de los artículos, pero que les parecen muy buenas, claro, qué me van a decir. Acepto la felicitación por esas primeras frases, pero espero que les quede la misma sensación que cuando se veía el porno codificado. Puedo contar esto porque ninguno de ellos ha llegado hasta la columna aquí.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión