Borrar

Ver marchar cosas

Jueves, 19 de diciembre 2019, 08:10

Comenta

He renegado de muchas de mis costumbres, pero quizás la renuncia más evidente haya sido liberarme del tabaco y de la melancolía que habita en ... el paso del tiempo y su circunstancia. Leo con distancia a esa gente que se queja de que ayer estaba en el after con los ojos como frisbees y hoy una buena noche de viernes supone quedarse en casa sin acudir a urgencias con la bronquiolitis del bebé. ¡De eso se trataba! Me inspiran poco siquiera aquellos guardametas de las horas y los días que se quejan de que sus hijos hayan crecido pronto. Las otras alternativas a que tu hijo se convierta en un jugador maorí de rugby de dos metros que pasa por casa como pasa por boxes y que te mira como si fueras un director general de un ministerio son mucho peores. Los que se lamentan de haber enterrado a todos sus amigos no saben que todos esos amigos hubieran dado lo que sea por seguir en este mundo aunque sea despidiendo amigos. Convertirse en un viejo es un engorro, pero sigue siendo la mejor de las opciones.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Ver marchar cosas