¿Es malaguista el administrador del club, José María Muñoz?
REPASO SEMANAL ·
Ser malaguista es saber quién es y por qué es recordado por el malaguismo Borredá. ¿Lo sabrá José María Muñoz, administrador del Málaga? Ser malaguista ... es saber quién es Sergio Rodríguez, porque así te lo han transmitido otros malaguistas de corazón, como por ejemplo tu padre. ¿Lo sabrá José María Muñoz? Ser malaguista es saber que no ha habido un ídolo más grande en el Málaga que Viberti. ¿Lo sabrá José María Muñoz? Ser malaguista es saber quién era el entrenador del Málaga que le ganó 6-0 al Madrid. ¿Lo sabrá José María Muñoz? Ser malaguista es saberse de memoria la alineación que le ganó por 6-2 al Madrid, el mismo año que le marcó un 5-1 al Atlético de Madrid. ¿Lo sabrá José María Muñoz? Ser malaguista es saber cuántos goles metió Martín, uno de los mejores centrocampistas que ha jugado por estos lares, en ese memorable partido en La Rosaleda ante los merengues. ¿Lo sabrá José María Muñoz? Ser malaguista es saber, por ejemplo, a qué delantero del Málaga llamaban cariñosamente el 'perrito' en los años setenta. ¿Lo sabrá José María Muñoz? Ser malaguista es saber que Cristian Lay era más que una marca de bisutería cuando el Málaga bajó a los infiernos. ¿Lo sabrá José María Muñoz? Ser malaguista es saber que Guede, que ha resultado un entrenador nefasto para los blanquiazules, fue el protagonista de otra tarde mágica en La Rosaleda cuando le metió tres goles al Terrassa. ¿Lo sabrá José María Muñoz? Ser malaguista es saber que Fernando Puche fue clave para que el Málaga saliera del pozo de las categorías inferiores y ustedes, los malaguistas de pro, se imaginan por qué... ¿Lo sabrá José María Muñoz? Ser malaguista es saber lo que significaba Migueli para la afición. ¿Lo sabrá José María Muñoz? Ser malaguista es acordarse de Craig Thomson y de la madre que lo parió, el árbitro escocés que protagonizó el robo al Málaga en los cuartos de final de la Champions frente al Borussia Dortmund. ¿Lo sabrá José María Muñoz? Ser malaguista es haber disfrutado con la vistosidad del Málaga de Joaquín Peiró con los vuelos de gaviota del hispanobrasileño Catanha. ¿Lo sabrá José María Muñoz? Ser malaguista es no olvidar cómo engañaron al Málaga que presidía Pérez-Gascón cuando bajamos en aquella fatídica tarde de los carnés rotos frente al Betis. ¿Lo sabrá José María Muñoz? Ser malaguista es vivir con el resquemor de que nunca hemos ganado nada de importancia en el fútbol nacional, pues ni siquiera se ha llegado a una final de la Copa del Rey. Ser malaguista es mantener la esperanza de que algún día el Málaga le gane al Madrid en el Santiago Bernabéu. ¿Lo sabrá José María Muñoz?
Se podría seguir con esta retahíla de hitos gloriosos e infernales del Málaga para defender que la pasión impregna a cualquier aficionado del club blanquiazul. Que ser del Málaga supone disfrutar y sufrir por el mismo. Que se aguarda cada jornada con la esperanza de que se va a ganar. Que se te cambia la cara y te entra la 'depre' cuando el equipo sale derrotado. Que el Málaga provoca, en definitiva, sentimientos entre sus aficionados. Por eso, para ser el máximo representante del club hay que tener esas vivencias, saber su historia, tener un sentimiento sincero por el mismo, que eso no lo da una resolución judicial. El administrador del Málaga, José María Muñoz, ha demostrado que es un buen gestor, porque ha conseguido enderezar las cuentas de una sociedad que ha arrastrado al abismo el último presidente, Al-Thani. Pero el Málaga necesita de un presidente de verdad, que adopte decisiones en el ámbito deportivo. Muñoz está jugando a ser ese presidente, pero no cumple claramente su cometido al completo. Su balance deportivo no puede ser peor, por lo que la afición no entiende que Manolo Gaspar siga como director deportivo. El año pasado el Málaga se salvó por los pelos y en este, pese a las ilusiones creadas -entre otras cosas por el apoyo que ha recibido económicamente el club por parte de las instituciones, porque Málaga necesita un equipo en la élite-, se va por el mismo camino. José María Muñoz no tiene por qué ser un malaguista de corazón, a lo mejor le gusta más el baloncesto. Se es o no se es del Málaga. Se ama o no se ama al Málaga. Se entiende o no se entiende el mundo del fútbol. No pasa nada, aunque hay que tener la inteligencia y la humildad de suplir esas carencias. El Málaga necesita con urgencia un director general, como lo fue en su día Vicente Casado. No tiene por qué ser este, pero hay cientos de profesionales que conocen muy bien el mundo del fútbol para poner orden en La Rosaleda. Y es que el Málaga no se puede ver como una fría hoja de cálculo Excel donde aparezcan los ingresos y los gastos. ¿Lo sabrá José María Muñoz?
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