Los feos
Cita en el SUR ·
Algunas conclusiones del congreso de medicina estética resultan interesantesEl alcalde quiere cambiarle la cara a Málaga y la Sociedad Española de Medicina Estética, que está dispuesta a cambiárnosla a nosotros, ha celebrado aquí ... su 35.º congreso de los médicos estéticos. Dicen que los hombres quieren hacerse la cirugía por la cara, aunque también por los pechos. Los espejos son una maldición del demonio y hay que ser muy fuerte, o tener mucha imaginación, para no deprimirse al abrir el armario y reconocer que eso que nos mira desde el espejo somos nosotros, qué susto. ¿Por qué somos tan feos? Por supuesto, no todos. La pregunta correcta, para quien esté protegido por una autoestima elevada, sería ¿por qué sois tan feos? Una doctora participante en el congreso ha afirmado que el uso del móvil tiene un impacto en la belleza. Es posible, pero la mayoría ya era fea antes de mandar el mensajito. Un estudio estadounidense señala que miramos el móvil 150 veces al día, lo cual tiene consecuencias: necesitamos bótox en el cerebro. Hay que cuidar el aspecto, pero sin pasarse. En el congreso se ha hablado del tema de la gordura. La obesidad es un problema, pero porque es un riesgo para la salud. Un médico gallego combate la obesidad en su pueblo con un proyecto que afecta a todo los habitantes del pueblo. Ha sumado los kilos de todos los vecinos y quiere reducirlos en cien mil kilogramos de nada. Seguramente la primera medida habrá sido quitar el lacón del lacón con grelos.
El cine, y el arte clásico, nos ha tenido engañados muchos años. No todos tenemos que parecernos al David de Michelangelo ni a Tarzán, porque entonces Tarzán sería uno más y Johnny Weissmuller seríamos todos, con la cara de Chita que tenemos algunos. El actor Johnny Weissmuller ganó cinco medallas de oro olímpicas y se casó cinco veces (con mujeres distintas). Hay que hacer ejercicio y comer de manera sana. Hace justo un año detuvieron en Madrid a un joven que se había comido a su madre. Madre no hay más que una y va y te la comes, ya te vale. La prensa publicó la noticia sin temer al efecto contagio que algunos dicen que provocan los sucesos morbosos. La bollería industrial debería ser pecado, aunque el gran Pedro Reyes decía que las magdalenas no engordan, que los que engordamos somos nosotros. Al final se trata de alcanzar un equilibrio: imaginar que caminamos por un cable. Si el cable llega al suelo es que estamos muy gordos. Lo triste es que a menudo la preocupación suele reducirse a cuidar sólo lo de fuera. Algunas sonrisas perfectas esconden interiores horrorosos. Claro que algunas sonrisas feas también. Deberíamos andar más, pero no todos al mismo tiempo.
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