

Secciones
Servicios
Destacamos
Mañana se cumplen dos semanas del gran apagón que sumió a España en la oscuridad y todavía no se sabe muy bien por qué (ni ... muy mal) qué ocurrió. El presidente del Gobierno ha comparecido varias veces para decirnos que tranquilos, que ya se sabrá todo a su debido tiempo. Cuesta creer que en un país de primer orden como es España no se sepa ya qué pasó, en vez de estar enredados con cuestiones ideológicas sobre las nucleares y las energías renovables. Fango, puro fango del que tanto le gusta señalar Sánchez para criticar a los demás y que practica un día sí y otro también. Sanchismo en estado puro. El presidente sacó pecho no por su gestión, sino por la de los españoles, que no se volvieron locos y les dio por el pillaje. Es más, se congratuló de que los delitos bajaron un 50% respecto a un día normal. Vamos, que al final nos vino bien porque los ladrones no se mueven bien en la oscuridad y porque ha descubierto que no somos unos salvajes. Marlaska ya sabe lo que tiene que hacer para que no se le disparen los datos de delincuencia.
Con esta postura, Sánchez defendió de manera implícita el principio de que sólo el pueblo salva al pueblo, algo que tanto desprecian los políticos, porque denota su dejación de funciones y su falta de respeto hacia los contribuyentes a los que se les deja tirados cuando vienen mal dadas. Pero más allá de los chascarrillos, lo que ha pasado ha sido muy grave y ha tenido consecuencias importantes. Para empezar se han producido cinco muertes derivadas del apagón, la economía también se vio afectada, pues se estima que se perdió una décima del PIB del país, a lo que hay que unir la imagen que se ha dado al resto del mundo. Y todo eso se produjo después de que el presidente del Gobierno y la presidenta de Red Eléctrica, la ex ministra Beatriz Corredor, enésima beneficiaria de una puerta giratoria, hubieran sacado pecho anteriormente destacando que en España nunca se produciría un apagón, ya que tenía el mejor sistema eléctrico del mundo.
La verdad es que conociendo las virtudes predictivas de Sánchez tendríamos que estar avisados, porque siempre pasa o hace lo contrario de lo que dice y lo que es mejor, él nunca tiene la culpa de nada. Lo cierto es que este asunto le ha venido bien para tapar los escándalos que siguen acosando a miembros de su Gobierno y de su propia familia, pues su hermanó tendrá que sentarse en el banquillo por tráfico de influencias y el caso de su mujer no acaba de archivarse, sino que sigue avanzando en más frentes. Por cierto, Begoña Gómez está más perdida que el barco del arroz, como se dice por Málaga. La última invención del presidente Sánchez, que cada vez está más acorralado, ha sido invitar a los españoles a que opinen sobre la OPA del BBVA al Sabadell, porque quiere tener el aval de los ciudadanos para frenarla. No se atreve a tomar la decisión, porque tiene el problema de que va a enfadar a uno de sus socios: al PNV, que está a favor de la entidad vasca, o a Puigdemont, que es contrario a que el Sabadell sea engullido por el BBVA, perdiendo su identidad catalana.
Ante la tesitura, Sánchez ha tirado del comodín del público para que bendigan lo que ya tiene pensado, que no es otra cosa que frustrar la operación que afecta, no lo olvidemos, a dos empresas privadas. Es una pena que el líder del PSOE, que sigue sin poder salir a la calle sin que sea abucheado por el respetable, algo que no soporta y que no acaban de entender en La Moncloa, no hubiera tenido esa idea antes para temas que sin duda tienen mayor importancia. Hubiera estado bien que hubiera sometido a una consulta popular su decisión de indultar a los golpistas catalanes, la Ley de Amnistía, la financiación singular para Cataluña, la continuidad del fiscal general del Estado, su pacto con los herederos de ETA o con Podemos, los que le iban a dejar sin dormir si estaban en el Gobierno. Para eso no quiso escuchar al pueblo. Las cosas de Pedro Sánchez…
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.