Casquería
El Gobierno lo tiene claro. Los whatsapp entre Sánchez y Ábalos son casquería. La peor sustancia que puede segregar el periodismo. La degradación de una ... prensa partidista que al desembocar en el terreno de la privacidad se transforma en apestoso lodazal. Chismorreo. ¿A quién le importa que el presidente del Gobierno llame pájara a la ministra de Defensa, tocacojones o petardos a presidentes autonómicos de su partido o estúpido a su socio de Gobierno? ¿Qué relevancia de orden político tienen esos calificativos? Ninguna. Es cierto. Lo relevante es lo que motiva esas descalificaciones. Eso sí tiene un carácter político y, más allá de revelar un modo de entender las lealtades, pone de relieve una forma de ejercer el poder.
Margarita Robles pasa a ser una pájara que duerme con el uniforme porque en una entrevista no se muestra partidaria de la polarización y aboga por una política ajena a la radicalidad. Lambán es un petardo, entre otras cosas, porque en su día pensó y dijo que Javier Fernández habría sido el secretario general ideal del PSOE, mientras que García Page se convertía en un tocacojones cada vez que recordaba las líneas rojas que su partido había mantenido hasta julio de 2023. Lo mismo que la «jodida» Susana Díaz y una parte importante de los representantes que en un comité federal mantuvieron que no se podía gobernar a toda costa ni pactar con quienes estaban en contra de la constitución.
Casquería. Delito, vulneración de la privacidad. Delito no será si el dolido y abandonado Ábalos se encuentra detrás de la propagación de los mensajes. En todos los partidos, se nos dice, habrá más de lo mismo. Vejaciones, chascarrillos, ironías del momento propiciadas por el lado humano de los protagonistas. El lado humano es el lado de la sombra, el de las debilidades que todos tenemos. Y seguro que en todos los partidos políticos existe una multitud de mensajes similares o peores. Aquel «Luis sé fuerte». Los amiguitos del alma del resurrecto Camps y el henchido alcantarillado que debió de acompañar a la defenestración de Pablo Casado. Y las presumibles inmundicias que pudieron circular con la salida de Espinosa de los Monteros o de Macarena Olona de Vox. Las noches de cuchillos largos o semilargos de Podemos. Sí. Pero eso queda para el terreno de las presunciones, de las suposiciones. Lo que tenemos delante, y lo que tendremos en los próximos días, son los mensajes de quien fue secretario de organización y ministro del PSOE, José Luis Ábalos. Unos mensajes donde las pájaras y los petardos serían intrascendentes si no tuvieran el origen que tuvieron y las cargas de profundidad que tienen.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.