Una calle nueva en Pedregalejo
VOLTAJE ·
La rehabilitación del paseo marítimo de la zona Este debe ser respetuosa con su identidadHace un tiempo, un periodista conocido me dijo, con una impresentable sorna, que escribir en prensa local era una de las responsabilidades más bonitas del ... periodismo, porque habla de lo que le pasa a la gente a la que tienes más cerca, pero que se corría el peligro de terminar escribiendo columnas sobre una farola. Tampoco hay ningún problema en decantarse por lo simple, llegar a la verdad de lo cotidiano y abandonarse a un día cualquiera, una jornada tonta, que suelen ser al final en la que suceden las cosas más interesantes en la vida.
Hace unos días pasé por una calle nueva y resplandeciente, Varadero, media calle en realidad, que después de meses en obras se inaugura con el paso perdido de los bañistas que ya están acumulándose en la orilla de Pedregalejo, un barrio que tiene a la playa como garante de espacio público y que esquiva cierta dejadez. La calle Varadero está junto a otras míticas como Pepote o Tiriri, que ya fueron rehabilitadas en su momento con una iluminación un tanto excesiva, acaso feriante, pragmática.
Los paseos marítimos de Pedregalejo y de El Palo se enfrentan al paso del tiempo con heridas en su cuerpo y la población más veterana tiene que esquivar trampas a su paso. El plan de rehabilitación ya es urgente, pero permanece enredado en cuitas burocráticas y municipales. Todas las obras dan un poco de miedo. La zona Este corre el peligro de la caída en la homogeneización, que se convierta en un barrio costero estándar que nunca ha sido y que pierda su autenticidad. No me gustaría que florecieran las franquicias, sería menester que se protegieran sus merenderos, aunque tampoco parece claro que pueda hacerse. Pedregalejo no puede convertirse en atractivo de despedidas demenciales o en una borrachera de turismo. Ya hay algunos locales dedicados a la distribución de alcohol asequible para los chavales, durante los fines de semana ya se hace imposible aparcar y en hora punta los coches dan vueltas como si fueran insectos practicando una coreografía en bucle hasta que terminan, algunos, aparcados encima de la acera con impunidad, algo que sería impensable en otros barrios, desde luego imposible en el centro, que es embajada de algo que ya no es tanto ciudad habitable como lugar de esparcimiento. La rehabilitación del paseo marítimo en la zona Este, para lo que se necesitan muchos millones de euros, es muy necesaria; algunos tramos se están cayendo a pedazos, pero debe hacerse con la mirada puesta en la conservación y el respeto a su identidad, para que esta zona tan bonita de Málaga se convierta en una versión mejorada de sí misma, y que se quede casi como está.
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