Cine sugestivo

El Festival de Málaga goza de buena salud. Su mirada al cine español sorprende a quien, dejándose llevar por clichés, sigue pensando que la cinematografía ... nacional es zafia. Nada más lejos. Aunque también es cierto que no necesariamente la taquilla es signo de calidad cinematográfica. Sin embargo, la selección del Festival, marcada necesariamente por la cosecha de cada temporada, muestra que en la industria hay talento. No solo famosos efímeros o consolidados. Tras su proyección en Málaga llegarán los difíciles vericuetos de la distribución por los que tendrá que atravesar una obra hasta finalmente ver la luz en las salas. Por eso quien tenga la oportunidad de ver cine en Málaga se llevará más de una grata sorpresa que probablemente no pueda disfrutar si espera que pase el Festival. Hay buenas obras que no llegan a estrenarse. En el Festival de Málaga se está viendo cine interesante. Como "La punta del iceberg", una película con Maribel Verdú a las órdenes de David Cánovas. Film duro, negro y profético. Denuncia sobre las condiciones laborales y el abuso de poder. O como "Un millón de hostias" documental de David Moncasi que introduce en el único convento de clausura de Carmelitas Descalzas que hay en Cuba. Descubrimos gracias a este trabajo la vida y labor de las religiosas que viven en lo que el director califica de "isla dentro de la isla". Descubrimos cómo personas consagradas a Dios viven, cual sólido faro espiritual intramuros, el devenir de los acontecimientos históricos que está viviendo aquel país. Mujeres como la religiosa que lleva desde antes de 1940 consagrada a su vocación. Antes de que Batista o los hermanos Castro llegaran al poder.