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REPASO GENERAL

¡Qué verde era mi valley!

De la Torre sufre otra mala semana con su reprobación en el pleno y la retirada de la subvención a Málaga Valley, uno de sus proyectos predilectos / El alcalde de Estepona acaba echando flores a Villalobos en su presentación como aspirante a cabeza de lista del PP

Javier Recio

Domingo, 1 de noviembre 2015, 12:47

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El 2015 va camino de convertirse en el annus horribilis para el alcalde de Málaga. Se le amontonan los malos ratos desde que perdiera la mayoría absoluta. Esta semana ha sido especialmente dura para el regidor, al que no le ha tenido que hacer gracia haber sido reprobado por el pleno. Todos los concejales menos los del PP le han afeado su conducta con el asunto de la recolocación de Raúl López al frente de Smassa. Estar reprobado no tiene ningún efecto jurídico, pero políticamente es una mancha que queda en el currículo de De la Torre. Y todo por dar trabajo a otro exconcejal que se quedó tirado en las últimas elecciones al no salir elegido. Este asunto se puede ver desde dos puntos de vista. Por un lado, es destacable que De la Torre no deje en la estacada a gente que se comprometió con él para su aventura municipal y que la defienda contra viento y marea. Por otro lado, es normal que desde la oposición se considere un escándalo que todos los aspirantes a ediles o exediles tengan prácticamente asegurado un puesto de trabajo en el Ayuntamiento. Porque al final es de eso de lo que se trata, de que esta gente se gane las habichuelas. Visto con frialdad el caso, lo primero que hay que hacer es determinar si estos ex van a puestos que requieren la confianza del que los nombra. Vamos, si son de una manera más o menos formal cargos de confianza que van a desarrollar actividades que tienen un cariz político. Dirigir una empresa municipal estaría encuadrado en ello. Por ello es normal que el alcalde pueda apostar por gente de su entorno, el del partido. ¿Alguien cree que De la Torre va a nombrar a un gerente municipal cercano al PSOE? ¿O haría lo mismo María Gámez con uno del PP? Lo que importa es saber si el cargo de confianza reúne los méritos. Ser del PP, del PSOE, de Podemos, de IU o de Ciudadanos no incapacita a nadie, aunque tampoco lo habilita. Este debe ser el debate serio y no tirarse los asesores o cargos de confianza a la cabeza. A partir de ahí sí que es cierto que no parece muy lógico que todos los exconcejales tengan capacidad para estar en sus nuevos puestos. Como tampoco parecía muy lógico que Málaga Valley celebrara sesiones tras sesiones, ya van 19, sin que nadie rindiera cuentas de su repercusión real, más allá de las fotitos en las escalinatas de La Casona del Parque. Pagar 175.000 euros al año por un par de retratos parece mucho. Este proyecto, uno de los favoritos del alcalde, ha sufrido un serio revés, al aprobar la oposición, que cada vez actúa como un verdadero equipo para cargarse el gobierno, acabar con esta subvención. Se acabó lo que se le daba. A Cremades. El letrado, que ha llevado su propia defensa, sostiene que ahora van a hacer balance de la repercusión de Málaga Valley a la ciudad. Ya iba siendo hora, después de una década, aunque ya ha apuntado en más de una ocasión que lo intangible no se puede medir. Esto pinta regular. Con este proyecto hay que analizar si hay alguien más que el propio Javier Cremades que haya ganado con esto. Ojo, que es muy legítimo que el abogado gane dinero por la organización y que haya conseguido muy buenos contactos para el desarrollo de su despacho profesional. El problema para el alcalde es que la ciudad no vea un euro. Y estas cosas ya no se perdonan. Ya han pasado los tiempos en los que las mayorías absolutas lo soportaban todo. Debe sentir nostalgia el regidor de los tiempos pasados ante los cambios actuales. «Qué verde era mi valley», tiene que pensar como el protagonista de la novela de Richard Llewellyn, elevada al cine como obra maestra por John Ford.

Listas. Sigue el pulso en el pp

Y de película de suspense sigue siendo la confección de la lista del PP por Málaga. Esta semana el alcalde de Estepona dio una conferencia en el foro de Nueva Economía (es de los pocos que ha protagonizado dos actos en un mismo año, lo cual no deja de ser llamativo) en el que se esperaba que se presentara prácticamente como el número uno in pectore de los populares malagueños, sobre todo, si se tenía en cuenta que contaba con las bendiciones de Bendodo y Juanma Moreno para ello. Sin embargo, no se sabe muy bien por qué, José María García Urbano se dedicó a echar flores a Celia Villalobos, su principal oponente para este puesto. Quizá estaba descolocado por la presencia de la actual vicepresidenta del Congreso, a la que no esperaban muchos dirigentes de su propio partido. Se ve que a pesar de los años que lleva la diputada malagueña en política no la terminan de conocerla. A Celia le va la marcha...

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