Última manifestación en apoyo a Sánchez con 5.000 personas tras el lema «por amor a la democracia»

«Por amor a la democracia» fue el lema escogido por los organizadores de esta marcha de apoyo al presidente, una desconocida asociación juvenil denominada 'La Plaza', que movilizó a unas 5.000 personas, de acuerdo con los cálculos de la Delegación del Gobierno. La marcha, que fue desde Atocha hasta el Congreso de los Diputados y que fue comunicada a la Delegación, quiso denunciar, según los denunciantes, el 'lawfare', las «denuncias falsas» y la utilización de «mafia y panfletos pagados con dinero público» por parte de la derecha ultra para derrocar gobiernos progresistas.

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Aunque los organizadores insistieron en el carácter apolítico de la protesta, lo cierto es que la mayoría de gritos y carteles fueron a favor de la continuidad de Pedro Sánchez en la Moncloa. De hecho, se observaron muchas pancartas 'recicladas' de la concentración del sábado frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz convocada para pedir al presidente del Ejecutivo que continúe.

«Sánchez, sigue, sí» o «No te rindas» fueron las pancartas más visibles, en esta marcha que, sobre todo, pareció estar apadrinada por Sumar. De hecho, los rostros más conocidos son las de los ministros Mónica García y Ernest Urtasun, el del portavoz de Sumar en el Congreso, Iñigo Errejón o el de la candidata de esta coalición a las Elecciones Europeas, Estrella Galán.

Esta manifestación –que estaba previsto que desarrollara por la mañana pero que tuvo que ser aplazada porque todo el eje de Prado-Recoletos estaba cerrado por el Maratón de Madrid- fue el segundo acto de respaldo a Sánchez en la capital de España este domingo. Solo horas antes de esta marcha, en el Auditorio Marcelino Camacho de Madrid, tuvo lugar otro acto denominado 'Por la Decencia Democrática' en el que figuras como como la actriz Marisa Paredes, el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, el escritor Benjamín Prados o el cantante Miguel Ríos, mostraron su apoyo al presidente del Gobierno, en un evento junto con los líderes de CCOO y UGT.

Todos ellos reivindicaron la «decencia» en la democracia porque «el país está en un momento peligroso», como dijo Paredes, y llamaron a movilizarse «contra la cultura del odio».