Ciudadanos y Vox hacen descarrillar el Gobierno de la derecha en Madrid

Ante la falta de un aspirante con posibilidades de salir elegido, se ha celebrado esta mañana un debate de investidura sin candidato, un mecanismo previsto para evitar las situaciones de bloqueo.

El pleno, en el que cada portavoz parlamentario ha intervenido por espacio de diez minutos, ha plasmado el fracaso en las negociaciones entre PP, Ciudadanos y Vox para formar Gobierno con la popular Isabel Díaz Ayuso al frente y el liberal Ignacio Aguado como vicepresidente. La negativa de la formación naranja a firmar un acuerdo marco con la de Santiago Abascal terminó el martes por dinamitar el posible acuerdo de investidura, ello a pesar del intento a la desesperada de Aguado para salvar los muebles al convocar su primera reunión a tres con la aspirante del PP y la portavoz de Vox en Madrid, Rocío Monasterio.

No habrá más encuentros de este tipo. El propio Aguado ha afirmado este miércoles que no volverá a reunirse con la formación ultraderechista, una promesa que, de cumplirse, abre de par en par la puerta a una repetición electoral, una opción que, por otra parte, podría dar lugar a un nuevo escenario sin mayorías parlamentarias que desencadenaría una crisis institucional sin precedentes en la Comunidad de Madrid.

Aguado ha subrayado que su formación ha firmado con el PP un acuerdo de 155 puntos que ya da por cerrado y del que no admitirá que se modifique una sola coma. Así, calculan los liberales, los de Abascal deberán decidir en los próximos dos meses si prestan su apoyo a este documento o abocan a los madrileños a una nueva cita con las urnas que, como ha remarcado Aguado, esta vez sí podría dar una mayoría de izquierda. «Ya no hay nada más que negociar», ha zanjado el líder regional de la formación naranja.

Ayuso, no obstante, no da la batalla por perdida. La dirigente del PP ha llamado a la responsabilidad a sus socios de uno y otro lado e, incluso, ha dado en parte la razón a Vox al reclamar las mismas reuniones a tres que Aguado ya ha descartado de antemano.

El tercero en discordia se mantiene firme en sus posiciones. Vox considera que desde Ciudadanos se le trata con desprecio y, por tanto, esta formación no es merecedora de sus apoyos. «Parece que lo que buscan es darle una bofetada a nuestros votantes», ha recriminado Monasterio en el pleno de esta mañana.

Ciudadanos achaca a Vox toda la responsabilidad de la posible repetición electoral. No obstante, los liberales dejan de lado de forma intencionada otras dos posibilidades.

La primera es apoyar un Gobierno del socialista Ángel Gabilondo, ganador de las elecciones el pasado 26 de mayo. Es una oferta que han planteado tanto el candidato del PSOE como Más Madrid, la formación de Íñigo Errejón y Manuela Carmena. Aguado, no obstante, siguió los pasos de Albert Rivera y ya aplicó durante campaña electoral un cordón sanitario al PSOE que ha mantenido hasta ahora.

La segunda opción la planteó Monasterio el martes y pasa por un Gobierno en solitario del PP. Pero esto implica que los liberales renuncien a ocupar la Vicepresidencia y las seis consejerías que ya han pactado con los populares a cambio de ver cumplido el programa que también han firmado. «Son 155 reformas, propuestas que pretenden situar a Madrid en la vanguardia de Europa, inéditas en las últimas legislaturas, medidas sobre la familia, que revolucionan las políticas sociales, poder seguir bajando impuestos y profundizar en la libertad de elección educativa», dijo Aguado el pasado lunes sobre el acuerdo firmado. Llevarlo a cabo podría depender de que el líder de los liberales renuncie a ser el número dos del próximo Ejecutivo madrileño para facilitar la investidura de su socia Ayuso con los votos de los diputados de Vox.