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El secesionismo acudirá a la mesa con 8 delegados, 4 de ellos ajenos al Govern

La división en el independentismo le obliga a ampliar su equipo negociador, que incluye a dos fieles de Puigdemont

cristian reino

Barcelona

Lunes, 24 de febrero 2020, 12:18

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El independentismo acostumbra a culpar al Gobierno central, sea del signo que sea, de incumplimiento. Sin embargo, y a la espera de que este miércoles se constituya la mesa de diálogo entre el Ejecutivo central y el catalán, quien no está respetando algunos de los asuntos pactados entre el PSOE y ERC es la parte catalana. El acuerdo suscrito entre socialistas y republicanos hablaba de que la mesa se formalizaría a los quince días de la formación del Gobierno central. Si no lo ha hecho aún es por las trabas que ha puesto Quim Torra y su exigencia de que antes de la mesa debía haber una reunión entre los dos presidentes.

El otro incumplimiento lo hizo público este lunes el Govern y no fue recibido con mucha satisfacción por la Moncloa. Tras días de fuertes tiras y aflojas en el independentismo, el Govern dio a conocer cuál será la delegación que acudirá a la mesa. El pacto entre PSOE y ERC hablaba de diálogo entre el Gobierno del Estado y la Generalitat. Sin embargo, el secesionismo ha ampliado el abanico y ha incluido actores no gubernamentales, obligado por sus cuitas internas.

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Así, acudirán el president Quim Torra y el vicepresidente Pere Aragonés y los consejeros Jordi Puigneró (JxCat) y Alfred Bosch (ERC), así como las diputadas Elsa Artadi (JxCat) y Marta Vilalta (ERC), el republicano Josep Maria Jové (ideólogo del 1-O que ERC incluyó en su equipo negociador con el PSOE) y el ex jefe de gabinete de los presidentes Puigdemont y Torra, Josep Rius, actualmente con un cargo de director general en la Generalitat. Son ocho delegados, cuatro por partido. Torra y Aragonés sólo acudirán a las reuniones de apertura y a aquellas donde se vaya a sellar acuerdos. «Los otros seis representantes asistirán a todas las reuniones y serán la delegación permanente», señalaron desde el Govern.

Los socialistas calificaron la delegación del Govern de decepcionante. «Parece que el Gobierno de España se lo toma más en serio que el de Cataluña», dijo el PSC. El PSOE incluso dudó que la propuesta conocida este lunes sea la delegación definitiva. «El acuerdo dice que haya una mesa de diálogo entre Ejecutivos. Dejemos que llegue el momento de la celebración de la mesa y veamos cuál es finalmente esa composición», afirmó Cristina Narbona. Según la interpretación de los republicanos, el pacto suscrito con los socialistas contemplaba que cada parte pudiera elegir su delegación.ERC justificó que haya miembros no del gobierno para que la mesa sea más inclusiva y representativa de todo el arco independentista. JxCat avisó al Gobierno que no le queda otra que aceptar la delegación elegida por los partidos independentistas.

Puigdemont gana peso

La composición de la delegación catalana es todo un encaje de bolillos, en plena guerra en el independentismo. Por un lado, trata de que estén representados todos los sectores secesionistas, ya que la desconfianza entre unos y otros es muy grande. Torra y Puigdemont han conseguido además su objetivo de que Pere Aragonès pierda relevancia en la delegación. Los postconvergentes, que quieren alargar al máximo la legisaltura catalana para desgastar a sus socios, tratan de restar protagonismo al dirigente republicano, quien a la postre será el candidato de ERC a las elecciones autonómicas y en consecuencia su adversario en las urnas. El tercer objetivo logrado por Torra y Puigdemont es a medias. El expresidente no estará en la Moncloa este miércoles como quisiera el jefe del Ejecutivo catalán, pero sí ha colocado a dos de sus más fieles escuderos. Elsa Artadi, diputada de JxCat, y sobre todo, Josep Rius, su exjefe de gabinete y figura de su máxima confianza.

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