Casado pide el voto a los socialistas avergonzados de un Gobierno que se deja escupir

En su regreso a la campaña electoral andaluza, en un acto con mayores en Almería, Casado ha recordado el episodio vivido el pasado miércoles en la tensa sesión de control del Congreso, cuando el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, acusó al diputado de ERC Jordi Salvador de haberle escupido, para apelar a los votantes socialistas.

Y le ha dirigido un mensaje a Pedro Sánchez: «Si usted es tan indigno de permitir que escupan a su ministro con tal de permanecer unos días más en Moncloa, usted no puede permanecer ni un solo día más en la Presidencia del Gobierno».

Casado ha lamentado que Sánchez le echase la culpa a otros -incluido a él, ha dicho- de lo ocurrido criticando la «crispación» en el hemiciclo, en lugar de defender su dignidad y la de su Gobierno y responder a quienes atacaron a uno de sus ministros.

Ha señalado que él «jamás permitiría» que un «impresentable» como el diputado de ERC Gabriel Rufián le insultase a él o a su bancada.

Y ha lamentado que el Gobierno «acepte» que esta «gentuza» que ha «arruinado Cataluña», ha tratado de «romper España», «apalean a policías por la calle» o hacen «escraches» a políticos del PP vaya al Congreso e insulte a los constitucionalistas.

Esta es, en su opinión, la constatación de que hay un Gobierno «indigno que depende de los independentistas para sobrevivir».

«Yo sí censuro el escupitajo, los insultos; yo sí me pongo al lado de Borrell y de la bancada socialista; y yo sí le digo a los socialistas avergonzados» que «aquí tienen un partido al que votar por dignidad nacional».

Casado también ha recordado el cese por parte del Ministerio de Justicia del abogado del Estado que llevaba el caso del «procés», Edmundo Bal, para preguntarle a la presidenta andaluza, Susana Díaz, si tiene «algo que decir al respecto» sobre lo que hacen sus compañeros socialistas desde el Gobierno.

Igualmente ha instado a Díaz a opinar sobre cómo Sánchez está jugando a la «ruleta rusa» con su política económica y con una propuesta de presupuestos que él ya denunció y que ahora han rechazado, dándole la razón la UE, el FMI y la OCDE.