Los hermanos detenidos por la muerte del holandés de Petín confiesan la autoría

Poco después de las 09.40 horas, los dos hermanos, habitantes de Santoalla de Petín, la aldea en la que residían con su familia, han abandonado las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil en dirección al Juzgado de O Barco, donde está previsto que presten declaración como supuestos responsables del homicidio del ciudadano holandés Martin Verfondern, desaparecido en enero de 2010. Según fuentes de la investigación, los detenidos han confesado ser autores de un homicidio del ciudadano holandés desaparecido en 2010. En un registro efectuado hace dos días, los agentes localizaron una pistola con la que supuestamente habrían matado al hombre, por el que están imputados también por un supuesto delito de tenencia ilícita de armas.

Cuatro años después de la desaparición, la Guardia Civil ha apresado a los presuntos autores de los hechos, dos hermanos de la única familia que residía en el pueblo de Santoalla junto al alemán nacionalizado holandés y la viuda Margo Pool, con los que mantenían fuertes enfrentamientos por las tierras. Se trata de los mismos investigadores que aclararon otros casos reconocidos como el crimen de Viana do Bolo de la joven Montserrat Martínez o el del envenenamiento por estricnina y el homicidio del conductor de autobús de Verín.

La investigación se centró en todo momento en el posible homicidio, principalmente tras el hallazgo en junio pasado de restos óseos, que posteriormente la autopsia confirmó que se trataban del ciudadano holandés, junto con el coche calcinado y útiles personales. Los restos humanos fueron hallados por un helicóptero en un monte de A Veiga cuando sobrevolaba la zona forestal de As Touzas da Azoreira.

La familia siempre negó estar implicada en la muerte del holandés e incluso la madre de los detenidos afirmaba que "en el fondo", le tenían "cariño". No obstante, la viuda siempre apuntó a los vecinos en la desaparición de su marido, a quien se le perdió la pista el 19 de enero de 2010 en la localidad orensana de Petín. La pareja había llegado en busca del "agua más limpia del mundo" debido a los enfrentamientos que había entre él y sus vecinos por el dinero de las tierras.