Holanda también sufre

El partido a partido que ha puesto de moda el discurso directo de Simeone pero que es tan viejo como el deporte y del que también se declara ferviente seguidor Louis van Gaal, les exigía pensar sólo en los socceroos y olvidarse de su baile a España, tan sonado que se ha convertido en uno de los debates de moda en este Mundial. Sin embargo, se mostraron muy vulnerables atrás, jugaron siempre con fuego y tuvieron que remontar incluso en la segunda mitad de un duelo polémico porque Van Persie debió haber sido expulsado por el árbitro argelino.

Fue un duelo descosido en el que comenzaron fuertes los subcampeones del mundo, agarrados a Robben, que a los 30 años parece haber encontrado al fin la madurez y está decidido a convertirse en uno de los jugadores del campeonato aunque fue de más a menos durante el partido. Siempre disfrutó de una calidad, rapidez y cambio de ritmo extraordinarios, y de una capacidad extrema para trazar esas diagonales típicas a pierna cambiada para buscar el disparo con la zurda, pero su carrera está marcada por los dientes de sierra y las lesiones musculares que siempre le mermaron.

Avisó Arjen un par de veces antes de desnudar a sus inocentones rivales. Primero se le escapó el balón en uno de esos controles harto difíciles porque trata de hacerlos a una velocidad endiablada. Luego, animó a Sneijder cuando el enganche del Galatasaray le dio un pase demasiado largo que podría haberle dejado solo. Y más tarde, porfió por un balón en el centro del campo, lo ganó con suma facilidad porque Wilkinson se mostró blando y timorato y se fue directo al área. Entre su zancada, su determinación, su perfecta conducción del balón y la inocencia de los australianos, ya que nadie salió a su paso, logró quedarse solo y cruzarla rasa. Un gran gol tan festejado por los holandeses que se relajaron en plena celebración.

Sólo un minuto después, Cahill firmó uno de los tantos del Mundial sin duda alguna. Recibió un envió cruzado larguísimo, casi desde la zona de medios, y en lugar de entrar de cabeza, se esperó, acomodó el cuerpo y engatilló una volea con la zurda soberbia. El balón entró tras golpear en el travesaño.

Este delantero de madre samoana y padre inglés es un ídolo en Australia, donde los jóvenes suelen decantarse por otros deportes como el rugby. Ya presumía de ser el autor del primer gol de este enorme país oceánico en la historia de la Copa del Mundo y ahora también de ser el único capaz de anotar en tres grandes campeonatos.

Cahill también sufrió su cruz en Porto Alegre, ya que una entrada a destiempo le provocó la lesión a Martins Indi y una tarjeta amarilla que le impide disputar el duelo ante España del día 23 en Curitiba. Ausencia clave, sin duda.

Dramatismo

La segunda mitad adquirió tintes de dramatismo para los Oranje cuando el rival se adelantó con un penalti por mano de Janmaat, tras centro de Bozanic. Seguramente fue involuntaria pero el brazo estaba muy despegado del cuerpo. Jedinak engañó al portero Cillessen y desató la locura entre sus compatriotas y los españoles, que ya se preparaban para su inminente choque ante Chile. Leckie, un delantero que juega en Frankfurt, erró una ocasión excelente pero trató de asegurar tanto con el interior que lanzó alto.

Holanda ya era un manojo de nervios pero tuvo la fortuna de empatar rápido, cuando Van Persie se aprovechó de un grave error de Davidson al quedarse enganchado cuando los aussies tiraban el fuera de juego. La remontada quedó certificada tras un fallo clamoroso de Ryan, portero del Brujas belga que se comió el disparo lejano de Memphis Depay tras botarle el balón delante. Entonces, Van Persie ya podía estar en la ducha. Ya se había ganado una amarilla cuando dejó el pie de forma alevosa a Jedinak, que tenía la pierna apoyada y tuvo fortuna de librarse de una grave lesión. Holanda avanza rápido pero ya ofrece dudas. La montaña rusa de casi siempre.