Volvo dejará de financiar Polestar y transfiere participaciones a Geely

Como consecuencia, Volvo ha tomado la decisión de dejar de financiar su filial y ha transferido las competencias a la matriz global, el grupo chino Zhejiang Geely Holding, el segundo más grande del país.

Volvo es propietaria de un 48% de las acciones de Polestar y Geely pretende llevar a cabo una redistribución que alivie su posición. Algunos analistas, como Bernstein, afirman que la marca de deportivos es un lastre en los recursos de Volvo.

El año pasado Polestar se había fijado como objetivo vender 60.000 vehículos, cifra que no alcanzó por 5.400 unidades. Volvo, en cambio, registró un beneficio operativo récord en el año 2023, con un incremento del 43% hasta los 2.261 millones de euros –«sin contar con 'joint-ventures' y asociados»–. Las ventas también marcaron un hito, superando las 700.000 unidades por primera vez en sus 97 años de historia.

Sin embargo, ha sido difícil para Polestar encontrar resultados similares. La demanda de vehículos eléctricos no está creciendo al ritmo que esperaban los fabricantes y desde China están llegando otras marcas que ofrecen modelos cero emisiones a un precio más reducido. Además, 2023 se vio marcado por una guerra de precios iniciada por Tesla en ese país, que provocó que la media de los importes se redujese más de un 8% el año pasado.

En una entrevista con 'Automobilwoche', el consejero delegado de Polestar, Thomas Ingenlath, afirmó que «muchos fabricantes de eléctricos se han visto afectados en 2023 y nosotros no somos una excepción. Sin embargo, cualquiera que se interese por el valor de nuestra empresa solo tiene que ver que nuestra valoración supera los 4.000 millones».

Algunos ejemplos de 'start ups' de coches eléctricos que han visto problemas el año pasado incluyen a Fisker, Arrival, Xpeng, Lucid o Rivian. La guerra de precios obliga a actores más pequeños a asumir pérdidas mayores o un menor volumen de ventas.

Según los cálculos de Bernstein, Polestar necesitaría otros 1.300 millones de financiación para llegar a los números de equilibrio, previstos para 2025. La matriz china afirmó que «seguirá dando todo el apoyo operativo y financiero» a la marca de aquí en adelante.

Esta decisión puede dotar a Polestar de un tiempo necesario para consolidarse en el mercado. De no hacerlo, podría dejar de cotizar en bolsa e, incluso, dejar de ser una marca independiente. El día que Volvo afirmó que dejaría de financiarla, sus acciones subieron un 30%.

Llega un nuevo modelo a la gama del fabricante premium. Un SUV coupé que se sitúa entre el Polestar 2 y el Polestar 3, llamado Polestar 4. El precio de partida es de 65.900 euros. El modelo se fabrica en la fábrica de Geely en Hangzhou y se prevé que a partir de 2025 lo haga desde una en Busán (Corea del Sur), para, previsiblemente, esquivar los aranceles del mercado norteamericano.

El Polestar 4 llegará con dos versiones Long Range, que equipan una batería de 102 kW. La más potente de ellas, con dos motores, desarrolla 544 CV y tiene una autonomía homologada de 560 kilómetros, además de una aceleración hasta 100 km/h en solo 3,8 segundos. La de un solo motor entrega 272 caballos y llega hasta los 600 kilómetros.