Industria destina 50 millones a proyectos de baterías dentro del Perte VEC III

Los beneficiados han sido el proyecto de Lithium Iberia en Cañaveral (Cáceres), para la producción y recuperación de materias primas destinadas a baterías y componentes, con más de 20 millones de euros; Iberpotash de Sallent, en Barcelona, con cerca de 18 millones de euros; e Industrias Químicas del Óxido de Etileno, en La Canonja (Tarragona), con más de 11 millones de euros, estos dos últimos para la producción de componentes de baterías eléctricas.

Así lo puso de manifiesto el responsable de la cartera, Jordi Hereu, en un desayuno informativo organizado por Europa Press. En él, el ministro señaló que sería necesario «un gran pacto por la industria, ante la necesidad geopolítica de reindustrializar España y Europa», para lo que propuso aprobar una nueva Ley de Industria y Autonomía Estratégica.

Además, Hereu señaló la efectividad del plan Reinicia para paliar los efectos de la Dana en Valencia. La parte relativa a los automóviles ya ha alcanzado más de 9.000 solicitudes y hoy se abría la ventanilla de las ayudas FAIIP Dana, con 650 millones dispuestos para que las empresas puedan reponer sus activos.

Sin embargo, no han sido todo buenas noticias en esta última resolución del Perte. Inobat, una compañía eslovaca que pretendía construir una gigafactoría de baterías para el coche eléctrico en Valladolid vio desestimada su solicitud de ayudas en la que pretendían recibir 140 millones en subvenciones y 60 en préstamos.

Según Industria, la compañía presentaba deficiencias técnicas para cumplir con las bases del programa –concretamente, el de elegibilidad comercial–. Por ello, el ministerio le proponía revisar los fundamentos y presentarse en la próxima edición del Perte, que contará con unos 250 millones en subvenciones y hasta 1.000 en préstamos favorables.

Esta es la segunda vez que Inobat ve rechazada su solicitud en los programas de recuperación post-Covid que ha puesto en marcha el Gobierno, dado que su solicitud en el Perte II llegó al límite del plazo y se quedó al final de la cola y, por lo tanto, sin fondos suficientes.

El consejero delegado, Andy Palmer, señaló entonces que su compañía «estudiaría» otras opciones que buscaban captar la inversión que iría a parar a Valladolid. Según informa La Tribuna de Automoción, «el proveedor sigue teniendo puesta su atención en España, y especialmente en Valladolid».

A priori, la intención de Inobat es la de resolver las carencias y tratar de conseguir algo de dinero en el programa actual para entrar a la cuarta convocatoria en cuanto esta sea publicada. A partir de la resolución, la empresa tiene 10 días para presentar alegaciones.