Más de 1.500 vecinos de Nagüeles se suman contra la discoteca del antiguo edificio de Aresbank
Fuentes del Grupo Mosh aseguran que se trata de un negocio de gastronomía y ocio que generará alrededor de 200 puestos de trabaj
María Albarral
Marbella
Miércoles, 4 de diciembre 2024, 00:02
Los vecinos de Nagüeles siguen en pie de guerra contra la rehabilitación como discoteca del antiguo edificio de Aresbank en la zona, habiéndose sumado ya ... cerca de 1.500 personas a las movilizaciones en contra de dicho negocio. Estos marbelleros se quejan de que desde el equipo de gobierno «hacen oídos sordos a las denuncias presentados por cinco urbanizaciones de la zona mientras que el Ayuntamiento trabaja estrechamente con el grupo inversor conocido por sus negocios en el ocio nocturno en Marbella».
Según un comunicado de los residentes de Marbellamar, las palabras que les dijeron desde el Consistorio de que se estudiaría el uso compatible de la actividad garantizando en todo momento el cumplimiento de la normativa medioambiental y teniendo en cuenta el bienestar de los vecinos «ha quedado en papel mojado». Los afectados señalan que «desde esa fecha no se ha facilitado información ni interlocución a los vecinos y, por ello, el movimiento ciudadano iniciado en Nagüeles va en aumento. «En solo una semana las 1.000 familias de Marbella que denuncian la apertura de una macro discoteca en Nagüeles han pasado a ser 1.500. A las denuncias presentadas por los residentes de las urbanizaciones de Marbellamar, Las Cañas, Casa Blanca y La Carolina, se han unido ahora las de Marbella Real», apuntan.
«No queremos otro Puerto Banús en el centro de Marbella», asegura, Carmen Mateo, una de las residentes quien señala que «una de la zonas urbanas más tranquilas y familiares de Marbella se verá afectada por los desórdenes que causan este tipo de negocios».
«Este local tendría actividad hasta las 7 de la mañana, con lo que eso significa para todos los vecinos que al día siguiente nos tenemos que levantar para ir a trabajar», señala a Diario SUR, José María Tirado, otro de los afectados que, a su vez, lamenta que «el Consistorio no mida el impacto que esto puede tener» y solicita que «no se le otorgue la licencia de actividad a este tipo de negocio».
«No es una discoteca»
Fuentes del Grupo Mosh, uno de los propietarios del negocio junto al chef Dani García, aseguran a este periódico que «no se trata de una discoteca sino de un restaurante de alta gastronomía con ocio nocturno». Desde la empresa señalan la importancia de los «200 puestos de trabajo que va a generar este negocio así como la inversión de 10 millones de euros que revierte en la ciudad».
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