Políticos y empresarios insisten en que se calcule la incidencia de covid con la población real de Marbella y Estepona

Respecto a la presión hospitalaria, Muñoz recordó que «el número de camas está infradimensionado desde hace años en el Hospital Costa del Sol». Así, la inmunización se ha convertido en la única esperanza para frenar los contagios y esquivar el toque de queda.

Una medida cuyo «anuncio no afecta positivamente a la industria turística» porque causa un problema de «reputación», según señala el presidente del CIT, Juan José González, y que considera «ilógica» e incluso «ilegal» ya que, coincide con la regidora de la localidad en que «se tienen en cuenta todos los contagios, incluidos los de los visitantes, pero luego no se tienen en cuenta para calcular la incidencia». Un cálculo que califica de «arbitrario, injusto e ilógico».

González defiende que «si se tiene en cuenta toda la población, quedaría por debajo de 550» ya que la actual triplica a la empadronada, referente para establecer la incidencia.

José María García Urbano, alcalde de Estepona, apela «a la responsabilidad y al cumplimiento de las directrices de las autoridades sanitarias», si bien también defiende que la tasa de contagios se ve distorsionada porque «se está calculando en base de la población censada en vez de la real que, en estos momentos, según los datos fehacientes, en Estepona es el doble de la censada».

Carola Herrero, presidenta de la Asociación de Comerciantes del Casco Antiguo, considera que el toque de queda no afecta directamente a sus asociados ya que, en general, su horario no va más allá de las once de la noche. «A las 2:00 horas, no queda nadie en el Casco Antiguo», describe. Además, a título personal, entiende que la adopción de medidas puede dar sensación de mayor seguridad a los visitantes. «Nuestro público busca seguridad», indica y «una incidencia disparada sería más perjudicial».