La ONG del chef José Andrés reparte desde el Hotel Villapadierna 52.000 comidas en la provincia de Málaga
La entidad sube hasta los dos millones de menús solidarios en España durante la pandemia gracias al trabajo de chefs y voluntarios
Una de las personas que hoy hacía cola para recoger comida en la Iglesia Virgen del Rocío de San Pedro Alcántara que reparte Cáritas se ... ha llevado el menú dos millones que la asociación World Central Kitchen, que capitanea el chef José Andrés, ha distribuido en España desde que comenzó la pandemia. Grupos de cocineros y voluntarios han estado en nueve ciudades españolas elaborando a diario menús caseros.
La asociación ha preparado a lo largo de 50 días en el Hotel Anantara Villapadierna, 52.000 menús solidarios gracias al trabajo en equipo de varios chefs de la zona y más de 150 voluntarios.
El equipo comenzó el primer día elaborando 450 raciones, limitados por las medidas de seguridad, pero al día siguiente ofrecieron 600 y tras varias jornadas no bajaron de los 1.500, hasta llegar a un pico de 2.400.
En Estados Unidos, WCK ha repartido 17 millones de menús durante la pandemia. José Andrés señala que «España no está preparada para las emergencias como Estados Unidos, donde son frecuentes por los huracanes». Pero ante los problemas, el lema del chef es dar un paso adelante y encender los fogones.
Ha destacado la labor de las miles de oeneges y asociaciones que han distribuido la comida que ellos han elaborado. «Ellas son las que están metidas en sus comunidades y conocen las necesidades. Nosotros solo les hemos dado un empujón. Hacen una labor impresionante y sin ellas todo se cae«, ha resaltado.
De España ha alabado el sacrificio de la población en mantenerse confinada y ha pedido a los políticos «que aprendan la lección. No queremos discursos que desgarren España, sino pasos adelante que nos unan«.
El chef Aitor Perurena ha dirigido el equipo de WCK en Villapadierna y ha reconocido que le cuesta creer todavía que en Marbella y su comarca, hasta 2.000 personas a diario necesitaban comida porque no tenían qué llevarse a la boca. «Si hubiésemos hecho 4.000 menús al día, 4.000 se habrían recogido», señala.
Las lujosas cocinas del Villapadierna, que se habían quedado paradas, han estado funcionando estos días para los más vulnerables. Jorge Manzur, director del hotel, ha explicado que desde el traumático momento de sacar al último cliente, estuvieron pensando como ayudar a la comunidad y acogieron la iniciativa de José Andrés con los brazos abiertos. Aunque el hotel abrirá sus puertas el próximo 26 de junio, estudian seguir colaborando.
WCK seguirá trabajando en la zona, ahora buscando alternativas como la recuperación de alimentos que no presentan todas las cualidades para la venta, pero que pueden consumirse y así evitar que se tiren. «No es posible que se tire comida si siguen habiendo hambre», sentencia Perurena.
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