Denuncian ante el Seprona a un policía 'youtuber' que graba vídeos en los que expolia yacimientos de Málaga

La actividad de este aficionado a la arqueología, policía local de profesión, fue denunciada el miércoles por la asociación marbellí de defensa del patrimonio Cilniana, que ha puesto los hechos en conocimiento de Servicio de Defensa de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y de la Delegación Territorial de Cultura de la Junta de Andalucía.

No es la primera vez que la actividad de este 'youtuber' es denunciada ante las autoridades. El pasado 30 de octubre, diversos colectivos y profesionales de la arqueología integrados en la Plataforma Ciudadana para la Protección de la Sierra de la Utrera también presentaron un escrito ante la Junta en el que exponían la actividad de esta persona, que es funcionario de la Policía Local de Estepona. Ese ayuntamiento ha adelantado que abrirá diligencias para determinar si corresponde iniciar un expediente administrativo.

El canal de Youtube de este aficionado tiene publicados más de 70 vídeos donde aparece visitando, y en algunos casos expoliando, algunos de los sitios arqueológicos más importantes de entorno occidental de la Costa del Sol. En el último, titulado «Cerro Torrón. Marbella. En busca del Palacio Perdido», se observa grabada su visita a ese emplazamiento del término municipal de Ojén, lugar de un gran potencial arqueológico, según Cilniana. Allí se lo ve recogiendo trozos de cerámica y enseñándolos a la cámara.

Cilniana destaca en su escrito que además del expolio, su actividad provoca un efecto llamada. «Es una certidumbre que su comportamiento afecta negativamente a la conservación del patrimonio y promueve claramente el expolio, cuyos resultados se pueden apreciar en algunos de los lugares en donde ha realizado sus grabaciones», sostiene la denuncia.

Otro de los lugares visitados por el 'youtuber' fue la Cueva Hedionda 1, de la Sierra de Utrera, término municipal de Casares, donde se registró la rotura de numerosos espeleotemas singulares (excéntricas y estalactitas) en el interior de la cavidad. Las formas excéntricas rotas se encontraban en una zona de difícil acceso dentro de esta cueva, que estaba inventariada y topografiada por el Grupo de Espeleología de Casares (GES Casares) desde el año 2013 y a la que Cilniana no había dado publicidad para garantizar su conservación, sostiene la denuncia.

Asimismo, se señala un acto de vandalismo similar que tuvo lugar en la Cueva del Gran Duque, también en la Sierra de la Utrera, que alberga un yacimiento de la Edad del Cobre, donde fueron cortadas las cadenas que limitan el acceso a su interior.

Asimismo, la asociación tuvo conocimiento de que se había arrancado la reja con candado que limitaba el acceso a la cueva de Pecho Redondo, en Marbella, que alberga pinturas rupestres. También en esta ocasión el acto vandálico coincide con la fecha de publicación de un vídeo del 5 de septiembre de 2019.

El 12 de septiembre de 2019, el 'yotuber' subió un vídeo de su visita a la mina del Robledal, en Igualeja, situada en el Parque Natural Sierra de las Nieves, donde aparece portando un cincel y una machota, golpeando las rocas para extraer minerales, según sostiene la denuncia.

Otras de las acciones denunciadas son una grabación de su visita a la mina Conchita, en Estepona, y a la mina del Cardenillo, en Benahavís, «en el que son perceptibles los golpes de fondo, que hacen pensar en algún tipo de herramientas para extraer rocas y minerales». La mina del Cardenillo alberga un yacimiento arqueológico de época romano-republicana (siglos II-I a.C.). También ha publicado dos vídeos donde muestra «numerosas y grandes piezas minerales extraídas de la mina Trinidad, en Benalmádena».

Para Cilniana y para la Plataforma Ciudadana para la Protección de la Sierra de la Utrera los actos que está llevando a cabo el 'youtuber' son constitutivos de delito por cuanto afectan tanto a bienes culturales, como son los yacimientos arqueológicos, protegidos por la Ley de Patrimonio Histórico, como a rocas y minerales también protegidos. Además, fomenta el expolio de este patrimonio, según puede leerse en los comentarios de los propios vídeos y en la difusión que hace de ellos en redes sociales.