Diversión y alimentación saludable en los talleres de Chefs for Children celebrados en Marbella

Tartaletas al gusto, pintxo de pollo de corral al pesto con patatas aliñadas, brochetas de tomates y queso, ensalada de cous cous y cítricos o bocadillos ibéricos con pan de Domi Vélez, recién nombrado mejor panadero del mundo, estaban en el recetario del día.

José Carlos Orozco, profesor del CEIP Miguel de Cervantes, explicaba que entre sus alumnos «cada vez se nota más que la alimentación está cambiando y que los niños están más involucrados y ayudan a sus padres y sus madres». Precisamente ese cambio en de tendencia entre los más pequeños es lo que destacaba el prestigioso Martín Berasategui: «Son mil veces más espabilados que lo que nosotros éramos a su edad», aseguraba el cocinero con más estrellas Michelin del país que cada año participa en estas jornadas. «Esto es lo más bonito que puedes hacer: hacer feliz a esta gente joven. Nosotros tenemos el oficio pero ellos tienen la frescura», aseguraba. «Te acercas a los chavales y te contagian, te transmiten, te ilusionan. Si miras, no hay ni uno que no tenga los ojos brillantes y nosotros le tenemos que enseñar el camino de la pasión y que se lo pasen bien», destacaba.

Los jardines del hotel Los Monteros se llenaban de risas, de preguntas y de explicaciones. «Tenéis que rallar la cáscara del limón con cuidado de no llegar a la parte blanca porque sabe muy amarga. Si la probáis, lo vais a ver», indicaba Begoña Rodrigo a su grupo de alumnos que se afanaba con la ensalada de cous cous y cítricos. Junto a ella, Gael, de Nuestra Señora del Carmen contaba que «estamos aprendiendo muchas cosas», a la vez que hablaba de su palto favorito: «la lasaña de berenjenas que hace mi padre».

Un día mágico que unía la gastronomía y la solidaridad y que comenzaba con una acto de presentación presidido por la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, que ponía de relieve la importancia de la cocina para la localidad. «Queremos que a Marbella se le reconozca por su gastronomía», afirmaba la regidora en su intervención.

Esta cuarta edición de Chefs for Children ha contado con la participación de 31 grandes cocineros y culminará esta noche con una gala solidaria cuya recaudación irá destinada a Down España, concretamente al proyecto Play Down que se pondrá en marcha en Málaga y que tiene por objeto favorecer la integración educativa de los menores con síndrome de Down, una labor en la que la asociación lleva trabajando tres décadas.

Una integración que pudo comprobarse durante los talleres ya que los niños compartían mesa elaborando recetas sencillas sin prejuicios y con un un solo objetivo: divertirse. «La experiencia está siendo maravillosa. Salen de su rutina un poco y de todas las obligaciones que tienen a lo largo del año», explicaba Daniela, madre de Luca, uno de los pequeños con síndrome de Down, muy concienciado con la alimentación saludable. «Gracias a su padre come de todo», confesaba Daniela. «Le encantan las verduras y las frutas y todo lo asocia a ponerse fuerte como su padre», sonreía.

Inevitable mancharse en la elaboración de las recetas, más aun con la connivencia de algún chef que no dudaba en utilizar los biberones rellenos de siropes. Al final, chaquetillas llenas de salsas y carcajadas en un encuentro que «hace realidad la integración y que cumple todo lo que promete», decía Canco Rodríguez, fascinado por el ambiente que se estaba viviendo y que en la noche del lunes será el maestro de ceremonias de la cena de gala solidaria.