La cata: los vinos de la segunda semana de mayo

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Un monovarital de garnacha tinta, una uva que en esta zona prepirenaica se viene cultivando desde hace varias generaciones por los buenos resultados en cuanto a su adaptación tiene. El vino, tras su fermentación maloláctica, pasa alrededor de 4 meses en barricas de roble mixto.  Este tinto destaca por la intensidad de color rojo rubí que presenta. En nariz sobresalen los frutos rojos maduros y un final a especias. Un final de boca muy largo. Es un vino para todo tipo de carne.

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Particularmente es uno de los vinos rosados de Castilla-León más complejos que a día de hoy se elaboran en esta tierra y lo hace una de las bodegas más reconocidos de la D.O. Rueda, José Pariente, aunque hay que decir que este rosado no está dentro de la denominación. Un coupage de variedades como viognier, garnacha y tempranillo. Este rosado ofrece la elegancia y frescura de un blanco y la estructura de un tinto. Un rosado para combinar con todo tipo de carnes, guisos y legumbres.