La cata | Los vinos destacados de la segunda semana de julio

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Este rosado es uno de esos vinos que bien podríamos decir que ha sido elaborado pensado exclusivamente para los amantes de los vinos clásicos riojanos. Pero el clasicismo en el mundo del vino no es un defecto, ni una virtud, es más bien una manera de elaborar vinos que se adapten a un tipo de consumidor que busca en cada vino el sabor auténtico de las uvas. Quizá la única concesión que la bodega haya hecho en este vino a las modas actuales ha sido en su color, piel de cebolla estilo provenzal, es decir, muy pálido.

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Un verdejo amparado en la D.O. Rueda y además procedente de viticultura ecológica. Este blanco ha fermentado en sus propias lías durante tres meses antes de pasar a reposar por un corto espacio de tiempo en botella. A la vista es un vino brillante y de color amarillo muy pálido con algunos tonos verdosos. En nariz encontraremos aromas a hierba fresca, anisados y un final a piña madura. En boca es uno de esos vinos blancos que tienen bastante volumen y una persistencia media. Fácil de beber. Un verdejo que se aleja de los tradicionales 'ruedas' y que marida bien con pescados salseados.