Todo lo que debes saber sobre USB, la nueva hamburguesería de los dueños de Fomo y La Cheesequería

En este caso, parte de esa revolución está curiosamente en alejarse de las modas y volver a lo tradicional, «sin muchos ingredientes ni salsas». «Sobre todo, queríamos conseguir una hamburguesa que no sentara mal, con un pan y una carne de calidad», advierte después de muchas pruebas el fundador y responsable de El Caserito, Ricardo Álvarez, con la aspiración de que USB (United States of Burger) se convierta en un punto de encuentro.

De ahí que no haya elegido mesas pequeñas ni altas sino una grande que atraviesa el local, como es frecuente ver en otros países europeos o Estados Unidos: «Nuestra idea es que la gente venga a disfrutar y a compartir, que haya mucha interacción y feedback». Para ello, el joven empresario malagueño apuesta por sólo tres tipos de hamburguesas, tipo smash y no excesivamente grandes, «pero bien hechas». Todas con carne de vaca de Emilio Mérida (El Colmenar) y pan Martin's, de patata, especial para hamburguesas (con opción también sin gluten).

Por un lado, la 'classic': con cebolla, mostaza, pepinillo y ketchup (9,50 euros). Por otra parte, la 'freshly', con lechuga, cebolla a la plancha y salsa burger (9,70 euros) . Y, por último, la 'special', con beicon, cheddar, pepinillo y salsa especial (9,90 euros). Como acompañamiento, patatas o pepinillos fritos. Quien quiera puede añadir extras, por ejemplo, de salsa, o eliminar ingredientes. Porque es el propio cliente el que conforma la comanda a través de las pantallas habilitadas para ello. Mediante varios monitores distribuidos por el establecimiento podrá seguir el proceso de elaboración de su pedido. También puede verlo en directo, al tener la cocina vista.

Asimismo, existe la posibilidad de elegir alguno de los combos: el 'basic', con patatas y bebida (13,90 euros), o el 'boss', también con postre. En este apartado se puede escoger entre cookies o helado soft. «La intención es que tenga su protagonismo, con variedades de sabores como los que tenemos en La Cheesequería, por ejemplo, oreo o pistacho«, apunta Ricardo Álvarez, que cuida mucho el packaging, en esa línea de aportar sitios en los «se pase bien» y «pasen cosas». Divertidas frases como «apertura bajo tu responsabilidad», «contenido clasificado» o «mantén el silencio y sólo disfruta» acompañan las cajas.

Toda una puesta en escena que envuelve USB Burger: un búnker en el que desde el personal (una decena de empleados que desempeñan el papel de vigilantes) hasta los cuartos de baño (que cambian de color cuando se utilizan) se integran en un ambiente minimalista donde, además de la gran mesa, hay una zona restringida a la que sólo podrán acceder quienes reserven con antelación a través de la web. Allí podrán probar en exclusiva las hamburguesas especiales que irán lanzando de forma periódica.

Es otro pilar de esa revolución que prometen en este espacio futurista diseñado por Lago Interioriza en el que tampoco falta una cámara acorazada en la que se irán guardando premios. En complicidad con su 'hermana' La Cheesequería se organizarán juegos, escondiéndose códigos de acceso a la cámara entre sus productos. Quien consiga entrar se llevará el preciado regalo. Se enterará él y el resto de comensales, ya que saltará una especie de alarma y un haz de luz iluminará el premio.

«Queremos que quien venga disfrute sobre todo con la comida, pero también con lo que rodea a la comida, que haya una historia detrás», explica Ricardo Álvarez sobre este nueva marca que acaba de estrenar y que se podrá probar de lunes a domingo con cocina nonstop de 12.00 a 00.00 horas (viernes y sábado, hasta las 00.30 horas). «Poco a poco iremos añadiendo propuestas y servicios, como el de delivery, que lo tenemos planteado para incorporar más adelante», avanza el cocinero y emprendedor malagueño, al frente de un grupo que engloba ya a una plantilla de casi 70 empleados y que no deja de crecer. En un mes tiene previsto abrir nuevas 'Cheesequerías' en Plaza Mayor y Vialia. Suma y sigue.