El punto en la cocina

Tarta Tatín. Aquí pasó todo lo contrario, ese 'punto' propio de cada cocinera o cocinero se esfumó por culpa de un error. Esta elaboración es uno de los pasteles clásicos galos más afamados del mundo y además su receta es fruto de la casualidad. Me explico. Las hermanas Tatín regentaban a principio del siglo XX un restaurante y un día que andaban bastante distraídas en la cocina una de ellas se dio cuenta de que no había puesto la base en el molde donde estaba preparando una tarta de manzana. Entonces, ni corta ni perezosa, echó la base sobre las manzanas e introdujo el molde en el horno. Al sacarla del horno y darle la vuelta para desmoldarla, las manzanas quedaron encima de la base, pero al descubierto. La historia es curiosa, aunque sigo pensando que tiene pocos visos de veracidad, pues esta tarta ya era un postre muy popular en todo Orleans bastante tiempo antes del nacimiento de las dos hermanas cocineras. No obstante, lo que sí debemos reconocer es el mérito de las hermanas Tatín para divulgar y hacer de este postre una de las tartas más famosas del mundo, a día de hoy esta tarta sigue siendo uno de los postres más demandados del célebre y archiconocido restaurante parisino Maxim's. En la región de Orleans, además de hacer esta tarta de manzana, se hacía y se hace todavía una tarta muy similar pero con peras, siguiendo las mismas técnicas, es decir, cociendo la masa y las frutas en el horno al revés.

Cuando está bien hecha y se fusiona el sabor de la mantequilla con el de las manzanas, el resultado es muy delicioso.