Una nueva vida para El Caracol, la histórica cafetería de La Victoria en Málaga
Dos meses después de cerrar por jubilación, el establecimiento ubicado en Cristo de la Epidemia reabre sus puertas con una nueva dirección y horario ampliado
La Victoria vuelve a oler a tejeringos y a churros madrileños. La histórica cafetería El Caracol ha reabierto sus puertas apenas dos meses de anunciar ... el cierre por la jubilación de su propietarios. De la mano de una nueva dirección, el popular establecimiento ubicada en la calle Cristo de la Epidemia ha comenzado a servir de nuevo desayunos y tapas.
El nuevo establecimiento lo ha reabierto Gema Vázquez, una clienta habitual del bar que se enteró de la jubilación de Luis, el antiguo empresario, y le pidió quedárselo. «Me daba mucha pena que se perdiera un negocio con tanta historia y por eso decidí dar el paso», resume.
Antes de dar el salto estaba trabajando en la vecina carnicería Robles y no dudó en quedarse con el negocio. «Es un sitio muy querido por los clientes y por todo el barrio, por eso hemos querido mantener su esencia aunque incorporando nuestro propio sello».
Como hasta ahora, los desayunos son el punto fuerte de El Caracol. Abre a las 5.30 horas y se especializa en churros, tanto tejeringos como madrileños, aunque también ofrecen pitufos, molletes antequeranos y vienas. Entre sus novedades: a partir de ahora cerrarán un poco más tarde (a las 15 horas) para ofrecer una variedad de tapas caseras, tanto frías como calientes.
Gema, la nueva propietaria, es de Ronda, y en honor a su tierra ha incorporado también una vitrina con productos de la Serranía, tanto para comer en el establecimiento como para llevas. En este rincón se pueden encontrar diferentes ibéricos, jamones, quesos, aceites o vinos.
El nuevo El Caracol se ha sometido a una importante reforma interior para ponerse al día, tanto en maquinaria como en suelos o mobiliario. La fachada, por contra, se mantiene inalterable con sus llamativos azulejos andaluces en la entrada y el nombre del bar en el toldo.
Desde 1929
El negocio lleva funcionando desde el año 1929 y es el más antiguo de cuantos quedan en el barrio. Inicialmente estaba especializado en caracoles e incluso contaba con su propia granja en un patio interior. Desde 1970 funciona como cafetería y especializado en churros tejeringos.
El negocio fue abierto por Francisco Rodríguez Merino y comenzó funcionando como taberna y granja de caracoles; el plato estrella durante décadas. Tras esta primera etapa, fue regentado por José Arza de Castro (abuelo de la exconsejera malagueña Magdalena Álvarez). La familia Fernández -que actualmente dirige diferentes establecimientos en la ciudad, como el bar Nerva o Araboka- lo regentó desde el año 1954 hasta junio de este mismo año.
Para esta nueva etapa, la empresaria confía en recuperar poco a poco a toda la clientela con la que contaba el negocio e incluso llegar a más clientes al incorporar el tapeo. «Ya hay muchos que han vuelto y nos están felicitando por la calidad de lo que hacemos, pero otros aún no lo saben y tenemos que llegar a ellos».
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