Cocina para la integración

El curso 'Cantera te cambia la vida' se celebra desde hace tres años y cuenta con una nada desdeñable tasa de inserción laboral del 82 por ciento. El que se encuentra ahora en marcha (que termina este martes) comenzó el pasado 13 de enero, se celebra en La Noria y cuenta con la dirección de Samuel Perea, Verónica Escalante y Hannah Perea.

Los alumnos que llegan hasta el curso aprenden todos los pasos de la cadena. Como la gran mayoría no tiene ningún conocimiento de cocina, comienzan obteniendo el título de manipulador de alimentos y aprendiendo lecciones de ética y compañerismo. En estos dos intensos meses aprenden todas las técnicas actuales y a manejar las máquinas a la perfección. Además obtienen hasta cuatro especializaciones: en harinas, en cocina al vacío, en arroces y en postres.

El director gastronómico de la Fundación El Pimpi, Samuel Perea, explica que hasta los cursos llegan «personas que lo han perdido todo», desde inmigrantes llegados en patera, personas que viven en la calle, mujeres maltratadas o personas que han estado en la cárcel. De hecho, en la mayor parte de los casos llegan a través de colectivos y entidades sociales. «Es un proyecto destinado a la inserción laboral y por eso tenemos personas de todas las edades, nacionalidades y capacidades».

A diferencia de otros cursos de cocina, los responsables de Cantera se esfuerzan para que todos los alumnos aprovechen al máximo su estancia en el curso y les permita incorporarse de forma inmediata a un puesto de trabajo. «Cualquiera de los alumnos podría incorporarse de forma inmediata a cualquier equipo de cocina», afirma Perea. Y como ejemplo un botón: algunos de los alumnos de cursos anteriores ya están trabajando para empresas como El Pimpi, La Bella Lola, Trocadero o El Corte Inglés.

Pero no sólo se trata de formación. Hasta el curso que se celebra en La Noria acuden personas de todo tipo y con vidas desestructuradas, por lo que el equipo les ayuda a encontrar un alojamiento, a preparar un currículo, a enfrentarse a una entrevista laboral e incluso realiza posteriormente un seguimiento de todos los estudiantes para que puedan lograr todos sus objetivos.

Entre los alumnos más avanzados se encuentra Iván Lorente, uno de los pocos que antes de llegar a Cantera ya contaba con conocimientos de cocina. Él se enteró de los cursos gracias a la asociación Arrabal y no dudó en apuntarse porque quería recuperar la vida que había perdido tras su paso por prisión. «Estudié cocina en la Escuela Franco y quería aprender todas las técnicas nuevas», explica. Cuando empezó el curso no tenía vivienda y vivía en el albergue municipal y la escuela le ha facilitado alojamiento en la residencia. «Se preocupan mucho por nosotros en todos los aspectos», añade.

Otro de ellos es Omaru Diawara, de Mali. Él lleva menos de un año en España, hasta donde llegó en patera, y siempre había soñado con formarse en cocina. «Quería venir a España porque quería mejorar en la vida y Cantera me lo está permitiendo», apunta. Omaru no sabía nada de cocina y en el curso ha aprendido a cocinar y ha encontrado una familia. «Es muy importante todo lo que están haciendo por nosotros».

Los futuros cocineros concluyen este martes su curso de formación y para celebrarlo prepararán un menú especial que compartirán con autoridades, patrocinadores y familiares. Como entrantes prepararán un potaje de habas con berenjenas, croquetas de pollo y de potaje de vigilia, verduras en escabeche y tortillas de veduras; como entrantes habrá arroz negro de La Caleta, arroz playa, arroz de campo, arroz de verduras y fideuá; y de postre torrijas de brioche, natillas y vino Málaga Virgen y bombones de chutney y gelatina de vino Málaga Virgen.