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Borja Jiménez, a la izquierda; y Rubén Castro, a la derecha. LA VERDAD
La edad no importa en Cartagena: el entrenador es cuatro años menor que el máximo goleador

La edad no importa en Cartagena: el entrenador es cuatro años menor que el máximo goleador

El técnico Borja Jiménez, que ascendió al equipo a Segunda el año pasado, tiene 35 años, mientras que Rubén Castro, segundo mejor realizador de la categoría, ya suma 39

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Jueves, 3 de diciembre 2020, 21:19

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Esta historia podría definirse como un 'crossover' entre 'El curioso caso de Benjamin Button' y 'Bebé jefazo'. Una mezcla que tiene casi las mismas posibilidades de que el entrenador sea cuatro años más joven que el máximo goleador del equipo. Aunque esto es lo que ocurre en el Cartagena. El técnico, Borja Jiménez, es el más precoz de la categoría con sólo 35 años, y el delantero Rubén Castro, es uno de los más veteranos con 39 años. Uno nació en 1985 y el otro en 1981. Pero la edad no importa en el Cartagena; cada uno es el más adecuado para su puesto.

El caso de Rubén Castro está cada vez más extendido en el mundo del fútbol. Es decir, jugadores que son capaces de alargar su carrera hasta cotas antes insospechadas. Y además, nada de arrastrarse por los campos. El ariete canario, que ha sido 'pichichi' de Segunda en dos ocasiones en su carrera (temporadas 2004-05 y 2014-15), es una pieza clave del Cartagena, donde es el máximo realizador con ocho goles (el segundo mejor registro de la actual campaña tras Raúl De Tomás). Un talento extraordinario para la definición y la colocación en zona de peligro.

«Tener a Rubén Castro es como contar con Messi. Todo en lo que interviene lo mejora y su implicación con el grupo es para destacar»

BORJA JIMÉNEZ, SOBRE RUBÉN CASTRO

«Tener a Rubén Castro es como contar con Messi. Todo en lo que interviene lo mejora y su implicación con el grupo es para destacar. Nunca tuve un futbolista de tanto talento, siempre está sólo para definir», dijo el entrenador Borja Jiménez sobre el delantero hace unos meses. La circunstancia del técnico abulense es mucho más extraña en el mundo del fútbol. Además de llegar a la élite con 35 años, lo ha conseguido sin tener el bagaje de haber sido futbolista profesional, un hándicap evidente que muchos entrenadores reconocen. Sólo hay que echar un vistazo alrededor.

Logro histórico

Y aunque es su primera temporada en Segunda, hace dos años ya logró el ascenso a la categoría de plata con el Mirandés (aunque decidieron no contar con él y ficharon a Iraola). Todo un hito en la última década, ya que ningún otro entrenador ha conseguido dos ascensos consecutivos a Segunda en los últimos años. Aquí llega después de tener sus ideas muy claras desde bien temprano, cuando era juvenil y entendió que su lugar esta fuera del campo. Con 18 años entrenó a su primer equipo, en categoría alevín, y fue quemando etapas a un ritmo vertiginoso.

Borja Jiménez logró dos ascensos consecutivos a Segunda con Mirandés y Cartagena; con 18 años dejó el fútbol y se fue a entrenar a un equipo alevín

Una década después ya tenía el nivel más alto de entrenador y estaba en un equipo sénior y semiprofesional, y de paso se había graduado para ser maestro de Educación Física. Dio sus primeros pasos en casa, con el Real Ávila, donde estuvo dos temporadas como segundo entrenador y una tercera, ya como primero, en la que casi asciende a Segunda B. Después dejó su impronta en Segunda B en el Valladolid B, el Izarra y el Rápido de Bouzas antes de consagrarse con la promoción en el Mirandés. De ahí pasó al Cartagena, donde sigue haciendo historia, ya asentado en la élite.

Las diversas personas y entornos que han trabajado con él le destacan como un profesional metódico y disciplinado, con mucha confianza en el trabajo y la formación. Y un motivador excelente, que suple y disipa cualquier desconfianza de algún jugador en su autoridad. Esto se reconoce en sus apariciones ante los medios de comunicación, donde se muestra contundente y firme. Fiel seguidor de la meritocracia. Se ha quitado la etiqueta de entrenador atípico a base de resultados y la gestión de varios vestuarios complicados.

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