La Rosaleda sigue maldita

De nada valió el impresionante disparo de Cristian, que rebotó en el larguero y luego en el cuerpo de Marc Martínez para significar el 1-0 (minuto 19). El Málaga estaba jugando en esos momentos de una forma primorosa, con más combinaciones de lo habitual con el balón y con Joaquín y Rahmani tratando de mostrarse punzantes desde los extremos. Hubo más remates de lo habitual (como una ocasión de Orlando Sá, algo desequilibrado por De la Bella), pero todo cambió en una falta lateral. Una acción que se suele repetir con frecuencia, la del centro envenenado que no toca nadie y que ofrece dudas al portero, ante la llegada en masa de rematadores.

El 1-1 de Gallar (en el 29) sacó al Málaga del partido, hasta el punto de verse ya contra las cuerdas en el arranque del segundo tiempo, cuando llegó no sólo el 1-2, en una acción hilvanada que culminó De la Bella, sino que también el Cartagena siguió mostrando ambición y buscando más.

La ausencia de público en las gradas no puede argumentarse como el único justificante para que el Málaga no consiga sacar adelante sus citas de casa. Ayer, incluso, ante un rival que llegaba en horas bajas, con un sólo punto sumado en seis jornadas. Pero resucitó en La Rosaleda, donde también ganaron aspirantes al ascenso (los recién descendidos Espanyol y Leganés). Incluso el heroico empate ante el Lugo, marcando dos goles con un jugador menos en el campo, supuso en realidad el rescate de un punto de un partido en el que antes se habían cometido demasiados errores: dos goles concedidos y una expulsión, la de Caye Quintana, evitable.

Así las cosas, el Málaga totaliza nueve puntos en Martiricos y dieciséis de visitante, casi el doble, en una trayectoria atípica. Por más que fuera lleve un partido más disputado (ocho frente a siete) es una diferencia que, lejos de ser casual, tiene mucho más que ver con la propuesta de juego del equipo. En La Rosaleda se ve obligado a exponer más y a asumir la iniciativa con el balón, y fuera se encuentra más comodo sin ella, manteniendo el orden defensivo y sabiendo jugar con mucho criterio con el marcador a favor, como lo ha demostrado en el 0-2 en Fuenlabrada, el 0-1 en Girona, el 1-2 en Sabadell y Zaragoza, y el 0-1 en Castellón, aunque en algunas citas especuló demasiado con la renta o concedió demasiada iniciativa a su rival, como en el 1-1 contra la Ponferradina.

El gol del 1-1, obra de Gallar, en una falta lateral botado directa desde un costado, y que no toca nadie, pudo ser invalidado por fuera de juego posicional. Hay cuatro jugadores del Cartagena en 'offside', Rubén Castro, Andújar, José Ángel y Carlos David, y es el último de ellos el más cercano a tocar el balón, aunque a cierta distancia. Ni el árbitro ni la sala VOR interpretaron que pudiera haber fuera de juego. Pero el otro gol del Cartagena también fue polémico: Pulido Santana acudió a la pantalla del VAR a repasar si había mano en la pugna de Gallar con Jozabed en la que recupera el balón y da inicio a la acción elaborada, con varios pases, para el gol de De la Bella. Tras analizarlo, mantuvo la concesión de la diana.