El Málaga, a terminar de sellar la permanencia

Y es que el Málaga está a un paso del objetivo, que se ha demorado mucho más de lo previsto y por el que se temió tras varios meses de caída en picado con un discurso complaciente que apelaba al infortunio, cuando sólo se fue capaz de ganar en más de una docena de partidos a los tres últimos de la tabla. Por tanto, nada fruto de la casualidad, sino de la causalidad: el equipo bajó su nivel defensivo, muchos jugadores que lo sostuvieron en la primera vuelta rindieron a otro nivel y sólo la emergencia los metió en vereda para lograr el domingo pasado un triunfo muy típico de los finales de temporada: ganar por lo civil o lo criminal.

Sin haber acabado el trabajo, ahora el Málaga se ve con seis puntos de ventaja sobre el Eldense, al que seguramente le superará en el 'goal average', por muy mal que se den las cosas en el Pepico Amat el sábado 11, tras el 3-0 en Martiricos, y se antoja demasiada ventaja como para volver a complicarse las cosas. Máxime ante la visita al Almería de mañana del cuadro alicantino y con dos citas finales de las huestes de Pellicer en Martiricos ante el Sporting y el Burgos, que lo normal es que ya no se jueguen nada.

Pero cuanto antes se hagan los deberes, mejor. Y no es el partido de hoy especialmente propicio. La necesidad aprieta a los dos contendientes. El Granada, con diez puntos de doce, oposita a ser el único de los tres descendidos que pueda optar al regreso a Primera por la vía rápida, con permiso del Almería, al que ahora mismo deja fuera de la zona de los 'play-off' vía 'goal average'. Ha sumado diez de los últimos doce puntos, después de un despegue a la llegada de Fran Escribá y una profunda depresión posterior. Pero ha sabido redefinirse tras la marcha de su 'jugador franquicia', Uzuni, a la MLS para convertir a Lucas Boyé (gol o asistencia en nueve de las últimas once jornadas) en su nuevo referente realizador, a la par que líder carismático.

El Málaga, al menos el de la primera vuelta, tuteó a un rival con mayor potencial futbolístico en sus filas, pero que no ha terminado de cuajar. Con gran poderío en el juego aéreo a balón parado, está funcionando ahora en torno a un 4-3-3, en el que emerge la figura de Gonzalo Villar y con un extremo con desequilibrio y gol como Tsitaishvili.

En el Málaga todo apunta a una mayor continuidad. El esquema con tres centrales y dos 'carrileros', al menos para defender, porque en ataque el dibujo ante el Castellón se pareció más a un 4-4-2, ha dado réditos al equipo, con un triunfo (por la mínima ante el Castellón), un empate (2-2 en Eibar) y lo que pudo ser otra igualada (la derrota in extremis en Huesca por 1-0).

Ha removido mucho el árbol Pellicer las últimas semanas, pero quizás ahora no sea la ocasión, más allá de la baja obligada por sanción de Álex Pastor, están los posibles regresos de Nelson y el más previsible de Luismi. Está por ver si el sacrificado en este caso será Manu Molina o Izan Merino, pero es probable que continúen Antoñito, Larrubia, Lobete y Chupete armando el bloque ofensivo.

Si esta vez no fallan los tornos en La Rosaleda no sorprendería un dato récord de asistencia de público este curso, por encima de los 27.281 espectadores ante el Deportivo. Se ha organizado un recibimiento al autobús del Málaga en la Avenida de la Palmilla entre dos horas y hora y media antes de la cita.