La cantera tira otra vez del carro en el Málaga

Los jóvenes vuelven a tirar del carro malaguista y en la victoria contra la Ponferradina se constató con múltiples ejemplos. No se trata ya de una cuestión de calidad, no es que sean mejores jugadores, pero sí son capaces de aportar más energía, decisión y acierto. Para empezar, en la banda derecha partió como titular Haitam, que recibió el premio de salir desde el inicio tras su gol en la jornada anterior frente al Zaragoza y no defraudó durante los minutos que jugó hasta que se lesionó.

El extremo de 20 años fue el único 'brote verde' durante la primera parte del encuentro, prácticamente sólo en la faceta ofensiva. Dos regates eléctricos acompañados de una potente arrancada provocaron los dos acercamientos del equipo durante la primera media hora. Luego fue quien provocó el penalti a favor después de encontrar la espalda de la defensa rival gracias a un pase largo de Esteban Burgos. Haitam fue el más destacado de la primera parte y tuvo que quedarse en el vestuario en el descanso por un dolor en su rodilla izquierda que tiene en vilo a los servicios médicos, que le harán más pruebas este lunes.

En la segunda parte despuntaron otros nombres de los que llevan dorsales superiores al 25, lo que les define como aspirantes a profesionales aún. Estos fueron Cristian, Dani Lorenzo y Loren. El primero venía de protagonizar una notable actuación en Zaragoza al ocupar con éxito todo su carril por la tempranera expulsión de Javi Jiménez, y Pepe Mel volvió a recurrir a él para la posición de lateral izquierdo retirando del campo a Lumor, que salió titular por primera vez en La Rosaleda y pasó inadvertido en el juego.

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Todo lo contrario a lo que hizo Cristian, que destacó ocupando esa demarcación soportando tanto la exigencia en defensa como aportando continuas incorporaciones al ataque. Dejó en evidencia a los dos laterales zurdos de la plantilla (Lumor y Javi Jiménez) distinguiéndose como el más fiable en este tramo de competición para esta zona del campo. Pero fue el único que rindió mejor que los llamados a ser primeros espadas. También hizo lo propio Dani Lorenzo, que se agarró al timón del equipo y fue fundamental para dominar el centro del campo en los momentos de mayor tensión y con la Ponferradina apretando en busca del empate.

También fue clave la entrada de Loren por Rubén Castro. Tenía la misión de desquiciar a los zagueros contrarios, su punto fuerte, y disfrutó de lo lindo peleándose con Pascanu además de ofrecer movilidad y ayudas constantes de espaldas a portería. Por estas razones el entrenador lo prefirió a él, el teórico cuarto delantero del plantel, antes que a Fran Sol y Chavarría para el tramo final del partido. Siempre hay que se prudente con el rendimiento de los canteranos, pero el Málaga tendrá que valorar también el potencial de sus jóvenes a la hora de acudir al mercado de fichajes de invierno. Y es que puede que en alguna ocasión el mejor refuerzo puede estar ya en casa.