Un ascenso grabado en la piel

Con motivo del primer aniversario del ascenso del conjunto blanquiazul a Segunda División frente al 'Nástic', el Málaga organizó este domingo en el antepalco de La Rosaleda una sesión de tatuaje para 122 malaguistas. Cuatro tatuadores: Bea (@beabooker), Erica (@zoo_tattoomalaga), Pedro (@pedrojota_tattoo) y José (@josejimenez) sentaban (o tumbaban) a los aficionados en sus camillas y fueron grabando en sus pieles uno de los cinco diseños propuestos previamente (las siglas MCF, otro con estas misma siglas y la silueta de la parte superior del escudo, 122, 22/06/24 y TM) y que iban llevando a cabo cada 15 minutos.

Los malaguistas apoyan esta bonita iniciativa: «Me encanta que el Málaga haya hecho esto para conmemorar el ascenso. Fue uno de los días más bonitos de mi vida y seguro que para muchos otros malaguistas», explicó una aficionada, mientras que otro aficionado aseguró que «es muy novedosa, no se la he visto a ningún otro club y para el aficionado, que se pueda tatuar aquí en el antepalco de La Rosaleda, la zona VIP, creo que es una oportunidad muy buena. Me he tatuado el de MCF con la silueta porque creo que es un momento que quiero tener para toda la vida». «Me parece una iniciativa preciosa, para que se quede en la piel para siempre como un recuerdo imborrable. Me acuerdo que estaba en un concierto viendo el partido y es que no escuchaba el concierto, incluso me había puesto los cascos para ver el partido. Y cuando ascendimos me puse a llorar y me abracé con mi madre», declaró otra malaguista tatuada.

Pedro, uno de los tatuadores, es muy malaguista: «Al principio no me lo creía, cuando ya me lo confirmaron me puse súper contento. Soy malaguista así que muy feliz de hacer esto. Me vienen recuerdos de cómo se puso Málaga con el ascenso, era una fiesta. Aquel minuto 122 fue increíble». «Cuando me lo dijeron me pareció una oportunidad súper chula, es rememorar algo bonito para la ciudad de Málaga y de una manera original», comentó la tatuadora Bea. «Vivo muy cerca de La Rosaleda y recuerdo que el barrio entero se volvió loco, lo vivimos mucho».

A Erica la llamó Marina, trabajadora del club en el Área de Comunicación, Marketing y Organización de Eventos, «que es clienta mía desde hace tiempo y la verdad es que me sorprendió mucho, no me lo esperaba. Me tuvo durante unos días mordiéndome la lengua porque no podía decir nada (ríe)». Reconoció no ser «muy futbolera, pero tengo mucha familia que sí, así que ya te puedes imaginar la alegría que sentimos». José es aprendiz de Erica y quiso agradecer «la oportunidad que me han dado para participar en este evento. Yo aprendí con ella y me trasladó su confianza y estoy muy agradecido. El del MCF con el escudo es el tatuaje ganador, parece (sonríe)».

Si bien es cada vez más frecuente ver a gente de cierta edad con tatuajes, una señal del 'boom' que vive el mundo del 'tattoo', muchos de los que se tatuaron eran jóvenes de entre 18 y 25 años, y no había tantos adultos, aunque sí que se vieron a varios padres e hijos tatuándose.