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Fue un gesto que duró apenas medio minuto. Pero esos segundos han dado la vuelta a España y han llegado a todos los medios deportivos ... del país. Cuando el fútbol base tiene tanta repercusión suele ser por algún incidente lamentable. Por desgracia, es algo frecuente, pero en esta ocasión no ha sido así. El equipo alevín (chavales de 11 o 12 años) del Málaga protagonizó este pasado fin de semana una escena ejemplar en el Costa de la Luz Cup, un torneo de fútbol-7 que se celebra en la localidad onubense de Punta Umbría.
En las semifinales entre el Málaga y el Sporting de Lisboa, en el inicio de la segunda parte, el partido se detuvo por un incidente en la grada, en el que varios aficionados discutieron de manera vehemente. Entonces los propios jugadores del Málaga, con sus entrenadores, se acercaron a la banda para serenar los ánimos y para rechazar el comportamiento de estos aficionados. Los jugadores se alinearon dándole la espalda a la grada en una clara señal de protesta y después hicieron gestos con las manos de negación con las manos para indicar que no querían actos así en el fútbol. «No sé cómo empezó la discusión, yo estaba en el banquillo y solo vi un poco de revuelo en la grada. El entrenador del Sporting es el que se percata de la situación y, junto al árbitro, decidimos que se pare el partido», explica Isaac Jiménez 'Gordillo', coordinador de fútbol-7 de la cantera del Málaga, que estuvo en ese torneo acompañando al equipo que entrena Fernando Moreno. «El gesto que se ha visto en los vídeos surge de manera espontánea, de los jugadores y del cuerpo técnico, no es algo que se haya hecho en otras ocasiones. Por suerte nunca hemos tenido problemas así en nuestros partidos y de manera rápida surgió ir para la grada y actuar así», relata.
La pelea entre los aficionados no fue a mayores y la mayoría del campo aplaudió el gesto del equipo malaguista, entre ellos los propios padres de los jugadores malagueños, ajenos al incidente. «Hay muy buena relación con las familias de nuestros jugadores, nunca ha habido problemas. Todos estamos de acuerdo en que lo más importante es formar y educar personas antes que futbolistas y por eso no queremos incidentes así en nuestros campos», explica Jiménez.
Labor colectiva
«Nosotros hablamos mucho con los jugadores sobre estas cuestiones, intentamos educar para que la imagen del Málaga sea la mejor, para que no participemos de incidentes así y que nuestro escudo nunca salga manchado. También el psicólogo del club tiene reuniones con los padres de manera frecuente, pero este acto del fin de semana fue un poco fuera de lo normal, que no suele pasar», dice el técnico. El partido después se desarrolló con total normalidad y, pese a que había un alto nivel de competitividad en el campo, no hubo actitudes antideportivas entre los jugadores. Al final del encuentro, ambas plantillas se acercaron a la grada para aplaudir al público. «Se trata de inculcar valores, al final nuestros futbolistas son niños y si de pequeños les marcamos el camino ya se les quedará para siempre y lo seguirán toda la vida», argumenta Jiménez.
El Málaga terminó ganando el partido de semifinales y después, ante el Betis, se impuso en la final para ganar esta edición de la Costa de la Luz Cup. Pero el trofeo no es lo más importante que se traen los jugadores malaguistas de su participación en el torneo de Punta Umbría.
VALORES
— Málaga CF (@MalagaCF) 17 de junio de 2019
0 Violencia en 90 minutos - @plataforma090#LaAcademiaMCF
📺 @canalsur pic.twitter.com/CL7nNv7HPH
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