Fallece el periodista deportivo Jorge Ramos

Jorge Ramos comenzó muy joven a hacer pinitos en la radio; en concreto, en Arroyo de la Miel, donde un grupo de entusiastas montó Radio Calamorro (en honor del monte que corona esa zona) para cubrir las informaciones del Atlético Benamiel y de los distintos equipos locales de fútbol-sala. De aquellos 'carruseles' con 'walkie-talkie' pasó a la Rueda Rato. En esta emisora (después Cadena Rato y en la actualidad Onda Cero), en la que otros periodistas dieron sus primeros pasos, se convirtió muy pronto en el narrador de los partidos del Club Deportivo Málaga. Su indudable pasión por el conjunto blanquiazul hizo que pronto pasara a ser muy reconocido a nivel provincial. De carácter muy afable y con una empatía extraordinaria, era muy querido entre los jugadores blanquiazules.

Después de permanecer más de un lustro en la emisora situada en el edificio Galaxia se incorporó a la Cadena Ser, lo que provocó que se incrementara aún más su popularidad entre los seguidores del Málaga. Eran impagables aquellas pretemporadas con él en la expedición, por sus constantes bromas en interminables jornadas de trabajo. De hecho, eran habituales en las pretemporadas el intercambio de chascarrillos entre Ramos y Joaquín Peiró en lo que el inolvidable técnico blanquiazul llamaba «la hora del vermú».

Posteriormente, Jorge Ramos llegó a 101 TV para sumarse al equipo de Deportes. Allí, si cabe, se hizo más popular. En los partidos en casa siempre estaba en los aledaños de La Rosaleda preparando algún reportaje entre los aficionados, y en los de fuera se encargaba de ofrecer en directo las impresiones de los protagonistas. Presentador durante una etapa del programa 'Área malaguista', en los últimos tiempos se había incorporado a la delegación de Antequera de la televisión local después de haberse mudado a su localidad de origen, Villanueva del Rosario.

La noticia del repentino fallecimiento de Jorge Ramos ha tenido un enorme impacto en el periodismo deportivo malagueño, porque, más allá de sus indudables virtudes como narrador en la radio, era una persona muy querida por sus compañeros. Su simple presencia bastaba para recordar multitud de anécdotas relacionadas con el Málaga y sobre los numerosos viajes en los que convivir con él era un lujo al alcance de muy pocos. Se marcha su inconfundible voz a través de las ondas, pero no ese carácter afable de Jorge Ramos que le hizo ganarse con todo merecimiento el cariño de compañeros y aficionados. Por encima de todo tenía, como acertadamente ha recordado 101TV, «una humanidad desbordante».