Escassi, Calero y Dani Barrio ya son malaguistas oficialmente

La espera ha sido intensa, pero la dura experiencia ha merecido la pena. Fueron días de incertidumbre y bloqueo porque el club soriano advirtió seriamente de los riesgos de firmar los contratos antes de tiempo, como adelantó SUR, y en el Málaga, precisamente, lo que menos falta hacen son más problemas. Mientras, los jugadores tuvieron que hacer un profundo ejercicio de paciencia y conformarse con avanzar poco a poco y entrenarse las últimas semanas en solitario con un plan de trabajo preparado por el cuerpo técnico malaguista.

Con estas tres llegadas al vestuario se espera un efecto positivo para la plantilla, golpeada por el anuncio del ERE, ya que Pellicer podrá contar con nuevos efectivos para la configuración de lo que será la foto final al término del mercado de fichajes. Aunque para ese momento queda aún mucha tela que cortar. Queda por resolver la mayoría de las salidas de jugadores con altos salarios y algunos traspasos que podrían acelerar los objetivos para el equilibrio del límite salarial (la aspiración es de poder contar con un tope de 6 millones).

Y por supuesto, la llegada de nuevos jugadores. Algunos también parecen igual de encauzados como lo estaban los de Escassi, Dani Barrio y Calero, como Jairo, extremo que se encuentra sin equipo tras su paso por el Hamburgo. Mucho por hacer, por tanto, aunque dar carpetazo a la llegadas de Escassi, Dani Barrio y Calero, supone todo un símbolo y una motivación para la dirección deportiva, que se suele ver frenada por los diferentes acontecimientos extradeportivos propios, además de que el mercado de fichajes está mucho más encorsetado y lento por las consecuencias de la pandemia del coronavirus.

El Málaga ya cuenta con tres jugadores más de la categoría para su equipo. Tres profesionales que fueron de los más destacados la temporada pasada en el Numancia. En el caso de Escassi (Málaga, 31 años), que puede actuar tanto como de defensa central como de medio centro de contención (también cuenta con destacables cualidades de cabeza en jugadas de estrategia y acciones aéreas), supone un paso especial para su carrera ya que está logrando lo que él mismo definió como un «sueño». «Saben perfectamente lo que siento por el club. Es el equipo de mi vida», comentó el año pasado en una entrevista con SUR el paleño, que dejó la cantera malaguista por su propio pie y acabó llevando su trayectoria por otra parte del tablero.

Saltó a la élite en el Getafe y luego ha jugado en Hércules (tres temporadas), Alcorcón, Llagostera y Numancia (donde ha estado cuatro campañas). En total, nueve temporadas seguidas en Segunda y 255 partidos en la categoría. Todo un experto. Su perfil, que destila pundonor, es el idóneo para lo que busca Manolo Gaspar, el director deportivo del Málaga, para su proyecto de volver a reconstruir el club desde la base. En su última temporada en Numancia era titular indiscutible (jugó 35 partidos, de ellos 34 titular) y marcó la friolera de 7 goles, una gran cantidad para ser un futbolista de corte defensivo. Uno de ellos fue precisamente ante el Málaga en La Rosaleda. Le ha llegado el momento de poder volver a marcar en Martiricos sin dañar el amor propio de los suyos, más bien todo lo contrario.

En cuanto a Dani Barrio (Gijón, 33 años), a pesar de ser asturiano, tiene vinculación con Málaga por su etapa en el Melilla, donde estuvo hasta cuatro temporadas. Allí forjó su paso al profesionalismo de la mano del Numancia, donde el último año fue titular indiscutible: disputó los 42 partidos de la LaLiga, encajando 53 goles (1,26 por partido). Entre los hitos de su carrera está la espectacular temporada en el Leganés en la campaña 13-14.

Ese año se convirtió en héroe pepinero por sus acciones en el ascenso del conjunto madrileño a Segunda. Lo amargo le vino el año siguiente, cuando se fracturó la tibia y estuvo 9 meses sin jugar. Casi todo el curso, aunque logró debutar en Segunda (jugó dos partidos) en esa ocasión. Ahora llega a Málaga un Dani Barrio más experimentado y que ha demostrado tener nivel suficiente para la categoría tras su gran año en el Numancia, a pesar del descenso.

Iván Calero, nacido en Parla hace 25 años, llegó el verano pasado al Numancia procedente del Elche, que lo había cedido al Salamanca UDS, donde rindió mejor como extremo y marcó siete goles. En el conjunto soriano fue indiscutible para Luis Carrión y disputó 37 partidos, todos ellos como titular. El futbolista madrileño llegaría para ocupar la vacante de Cifu, uno de los jugadores con los que se prepara su salida del equipo.