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Hace dos días que cumplió un cuarto de siglo en el mundo y todavía anda contestando decenas de felicitaciones vía WhatsApp. Dani Sánchez atraviesa su ... mejor momento en el Málaga, hasta el punto de que este lunes en Anduva podría superar en minutos de juego a su rival de demarcación, Víctor García. Muy querido en el vestuario y fuera de él, no oculta su deseo de seguir en el equipo, aunque acaba contrato y todavía no ha renovado.
-¿En qué barrio de Málaga se crió y cuándo empezó a jugar al fútbol?
-Viví al lado del campo de la Federación, en Cortijo Alto, y tuve una infancia muy bonita. La recuerdo muy bien, siempre jugando al fútbol. Me encantaba bajar al parque con mis amigos, y me llevaba mi madre siempre. Y ya mis entrenadores, que fueron Álvaro y José, decidieron dar un paso adelante y apuntarme, porque con seis añitos me veían condiciones.
-¿Ya con esa edad se le veía un talento especial?
-Sí. Los padres de los niños que también estaban apuntados al fútbol veían que era diferente. Era siempre el zurdito que corría la banda, que cogía el balón y se iba hasta la línea de fondo para centrar. Me acuerdo que cada temporada, en benjamín o en alevín, mis quince goles no me los quitaba nadie.
Sobre los objetivos en la Liga
-Y a los 15 años se va a la cantera del Real Madrid...
-Sí. Estaba en el Málaga y, ya para el segundo año de cadete me fui hasta los 18 o 19, no me acuerdo. Hice pretemporada con el Castilla y llegué a jugar con Solari. Estábamos en el lateral izquierdo Fran García y yo. Al final fueron pocas oportunidades, pero recuerdo que alternaba con el juvenil.
-¿Quién fue la persona clave para su fichaje?
-Me llamó Alfredo Merino (adjunto al área deportiva en el Real Madrid), que creo que ahora mismo es director deportivo del Mirandés... Y la verdad es que fue una cosa increíble. Ahora mismo se ve como más normal que el Real Madrid o el Barça se fijen en niños pequeños, pero en esa época un fichaje de un niño que estaba en el Málaga o de otra cantera se veía una cosa más loca. Me vino de sorpresa.
-¿Qué le aportó ese tiempo en el Real Madrid?
-La verdad es que maduré muchísimo allí. Soy un chico muy independiente, y eso al final ayudó. Obviamente echas de menos a la familia, a tus amigos, pero para mí no era ningún problema estar tres meses sin ver a nadie. Mi familia pasaron a ser mis compañeros allí, mis amigos en residencia: Antonio Blanco, que ahora mismo está en el Alavés, o Víctor Chust, en el Cádiz. Me ayudó ese periodo en la educación, en ser responsable de mis cosas.
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Pedro Luis Alonso
-¿Por qué cree que es tan complicado para un canterano del Real Madrid llegar al primer equipo? Justo lo que no está pasando en el eterno rival, el Barcelona, o en el Malaga?
-Yo creo que al final los chicos están preparados. Se ha demostrado con Asencio, pero creo que son diferentes filosofías. Creo que el Barça siempre ha tirado mucho más de cantera. Y el Madrid tiene esa capacidad económica para comprar jugadores que dan la talla y tirar menos de la casa, ¿no? Pero, bueno, creo que al final lo que importa es mi club, mi Málaga, que estamos haciendo las cosas bien, con un proyecto bonito. Aunque tenga ya 25 años, me considero un niño todavía. Y estoy super feliz de que se nos dé la oportunidad a los jóvenes para poder demostrar.
Acaba contrato en junio
-¿Cómo fue su vuelta al Málaga?
-No se dieron las cosas bien. Estuve seis meses en el filial. Bajamos a Tercera y hubo el problema de las fichas. Vino el míster, 'Pelli', y me dijo que estaba super encantado conmigo, pero que me tenía que ir cedido. Y me fui al Ejido y ahí ascendí, y ya fui un poco deambulando por ahí: Extremadura, Linares, Sabadell, Numancia y, gracias a Dios, ahora estoy aquí cumpliendo un sueño.
-Los minutos de los laterales en el equipo no pueden estar más igualados a estas alturas. En la derecha, Puga, 1.126, y Gabilondo, 862. En la izquierda, Víctor García, 1.019, y usted, 958.
-Al final creo que es bonito también eso. Una competencia sana. Nos llevamos muy bien, no solamente en el lateral izquierdo, sino todo el equipo. Esa es una de las características de este Málaga. Es como una familia, una unión. Y eso ayuda a competir mejor, a entrenarse mejor, a estar alerta siempre, porque hay uno por detrás que viene apretando y te lleva a subir el nivel, que es lo más importante. Este año estoy muy bien a nivel emocional, físico y creo que se está viendo. Estoy orgulloso también de mí.
-¿Es su mejor momento?
-Estoy con una confianza enorme para esos minutos que me dé el míster. Y cuando crea que es conveniente que juegue mi compañero, pues no pasa nada. Al final vamos a estar los dos a tope.
-Un partido suyo que pudo ser para la historia fue contra el Eldense. Participó en dos goles y pudo haberlo hecho hasta en cinco, al anularse tres.
-Sí, al final los laterales podemos dar asistencias, pero cinco en un partido... Fue uno de mis mejores partidos, por no decir el mejor. Tenía ese día la chispa y espero que aparezca en otros partidos.
-En los medios hablamos mucho de Antoñito y de qué va a pasar con su futuro, de si va a renovar, pero en realidad hay muchísimos jugadores de la plantilla que acaban contrato y ustes es uno de ellos.
-Mira Pedro, si te soy sincero, estoy tranquilo. El año pasado estaba igual, cuando terminé la temporada no tenía contrato. Solamente el club decidía si seguía o no y estaba tranquilo porque sabía que lo había dado todo, tanto dentro del campo como fuera. No supone un agobio pensar que se me acaba el contrato el 30 de junio. Si los de arriba deciden que me quede, pues encantado, ya sabéis que es lo que es para mí esto, y si algún día me tengo que marchar, pues me iré con la cabeza bien alta porque sé que lo he dado todo.
Su mejor momento
-En la calle, la gente le valora, ¿verdad?
-Sí, la verdad es que me di cuenta cuando cumplí años que soy bastante querido, y eso para mí muchas veces es mejor que darle una patada al balón. Me voy tranquilo a dormir todos los días, sabiendo que soy buena persona y que al final la humildad muchas veces es lo que te lleva a alcanzar los sueños.
-Hablemos de lo que pasó el día del traumatismo craneoencefálico de Dioni. Corrió como si no hubiera un mañana para llevar una bolsa con material de Cruz Roja hacia él. Le dieron un premio de Protección civil por ello. ¿Qué recuerda ahora?
-Fue muy rápido todo. Mi compañero estaba ahí tirado en el suelo. Fue un momento en el que todos nos quedamos paralizados. Estaba calentando en la banda y tenía ya la adrenalina ' a full', y ya cuando vi que el público estaba silbando me di cuenta que los de la Cruz Roja no llegaban, lo único que me salió era correr para llevarlo lo antes posible. Nunca pensé que se iba a hacer tan viral esto, ni recibir un premio. Esta Navidad, cuando recibí el galardón, por un lado me decía qué que hacía yo allí, un futbolista, donde solamente había bomberos, policía... pero escuchar también al presidente de Protección Civil de Andalucía decir mi nombre y el de Dioni... La verdad es que fue un orgullo.
-¿Es el número uno o el dos de las bromas en el vestuario?
-Yo no. A lo mejor puedo ser el número uno en el tema de la risa y del cachondeo, pero de las bromas no suelo ser el número uno. Puede ser Manu (Molina), y el segundo, Kevin.
-Creo que le han gastado una últimamente, ¿no?
-Me han gastado tres seguidas. Me cogieron el móvil y salió la contraseña y me la liaron por Instagram. Pero al final me lo tomo bien, porque saben que me la iba a tomar bien y me río, ¿no? Muchas veces hacen más bromas el que se lo toma mal, porque se pica. Al final yo me río.
-¿Están a cinco puntos de la zona de 'play-off' y a diez de la de descenso? ¿A qué hay que aspirar? No sé si me va decir ahora lo de sumar los 50 puntos...
-No le iba a decir eso. Yo, al final, creo que hay que ir partido a partido. Lo de los 50 puntos, obviamente es lo que se dice y claramente es el objetivo, entre comillas, pero al final soñar en grande trae cosas bonitas.. Iremos partido a partido y, si Dios quiere y podemos soñar, pues soñaremos. No solamente el equipo, sino la ciudad entera.
Sobre el rendimiento del equipo
-Era un poco impensable, con sólo seis cambios en la plantilla que ascendió, que el equipo vaya como va, ¿no lo piensa?
-Al final yo creo que es también la filosofía que va a tener el club a partir de ahora, con Loren. Que la gente vaya subiendo, afianzar un equipo. No tener tantos cambios, porque al final eso muchas veces viene mal. La gente no se conoce y hay que armar otro equipo nuevo. Creo que incluso subir de categoría nos ha venido mucho mejor, porque estamos jugando muy bien al fútbol y estamos siendo una familia.
-Pero los trece empates perjudican, ¿no? ¿Le encuentran alguna explicación?
-Bueno, Pedro, yo muchas veces digo que había partidos que podríamos haber perdido, y encuentros que hemos empatado y eran claramente de ganarlos. Esto es el fútbol, y no solamente nos ocurre a nosotros. Sí que es verdad que ha habido muchos empates por ahí, pero es mejor puntuar que no puntuar. Siempre que vamos por detrás el equipo va a hacer goles, a ganar el partido. Incluso el otro día, cuando nos marcó el Deportivo.
-Y apareció Chupete. ¿Qué es lo que tiene? No es normal que un jugador meta 19 goles ya en una temporada. Son muchos goles.
-Al final es 'hombre gol'. También tiene calidad técnica. Se le ve también que es bueno al espacio, que tiene ese primer toque. Sabe dónde colocarse, dónde estar. Y eso al final es distinto y se tiene o no. Es una alegría para nosotros que el chaval debutara, que esté pocos minutos y que nos diera ese puntito para seguir sumando.
-¿Cree que este Málaga tiene capacidad para meterse en esa lucha por la sexta plaza? ¿Son mejores que el Málaga los que ocupan ahora esas posiciones, o no hay tal escalón de diferencia?
-Para mí, independientemente de cómo vayamos en la clasificación, mi plantilla es la mejor que hay. Tengo a los mejores compañeros y a los mejores futbolistas. Ya le digo, al final creo que hay que ir partido a partido. No sé dónde acabaremos, pero obviamente me veo también con capacidad de estar ahí arriba, porque creo que estamos jugando muy bien al fútbol y no tenemos miedo a ningún partido ni a ningún rival. Creo que también se ve que nos están respetando, y ya nos respetaban el año pasado por lo que somos, por lo que fuimos y por lo que seremos.
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