Las administraciones, con ayuda privada, afrontarán el proyecto de la nueva Rosaleda

La apuesta de las tres instituciones es determinante, si bien deberán encontrar inversores privados que vayan colaborando. Es previsible que no haya problemas en este sentido, pues entre los elementos previstos está la construcción de un hotel y un centro comercial, que pueden ayudar en la financiación de las obras. Pero lo más importante se centra en las novedades que puedan incorporarse, fundamentalmente una de ellas. Los dueños siguen pendientes de diferentes estudios para dar un salto más en esta futurista construcción, que consistiría en que el estadio estuviera techado y el césped fuese retráctil (que se puede quitar y poner).

Esta opción haría de La Rosaleda un estadio más moderno, con poca competencia a nivel nacional e internacional. De esta manera, aunque aumente el coste, se podrían obtener muchos más recursos para afrontar los trabajos y también para el mantenimiento posterior. La nueva Rosaleda ampliará sus dimensiones hacia arriba, con el mencionado tercer anillo de gradas, y hacia sus cuatro lados, pero también albergará otros servicios de ocio en sus inmediaciones. Y también contará con aparcamientos (la FIFA exige 5.000).

Hay varias decisiones que pueden influir de una forma destacada en el precio de la nueva instalación, cuyo coste comenzó en unos 130 millones. Ahora se puede decir que la cifra estará claramente por encima de los 200 y, en el caso de los aparcamientos sean todos subterráneos y se apueste por el techado, esta cifra estaría más cerca de los 300, o por encima.