La UMA se aprieta el cinturón: un 80% menos de presupuesto para centros y departamentos
La Universidad afronta este ejercicio un duro ajuste de 14 millones para compensar el incremento de los gastos de personal
La difícil situación económica por la que atraviesa la Universidad de Málaga, con una deuda reconocida que supera los 28 millones de euros, está obligando ... al nuevo equipo de gobierno a tomar medidas drásticas de ahorro económico: El presupuesto ordinario de facultades y escuelas, departamentos e institutos de investigación se ha recortado en un 80 por ciento. Un ajuste que afecta a todas las grandes unidades de coste de la UMA: gobierno y administración, bibliotecas y áreas complementarias de docencia e investigación.
El equipo de gobierno no tiene otra opción que realizar este ajuste presupuestario, obligada por la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario, que establece que en caso de liquidación con remanente de tesorería negativo, el Consejo Social deberá proceder a la reducción del gasto en el nuevo presupuesto en la misma cuantía. En caso contrario, la Junta de Andalucía podría adoptar las medidas necesarias para garantizar la estabilidad presupuestaria de la UMA. A pesar de esta advertencia legal, el ajuste al que está obligada la UMA, de unos 28 millones de euros (aunque la liquidación definitiva se conocerá en junio, cuando termine la auditoría de cuentas de 2023) se realizará en dos ejercicios, pues la UMA ya se ha adelantado a los resultados de esa liquidación y ya este mismo año ha aplicado el ajuste presupuestario.
Con el presupuesto de 2023 prorrogado, la UMA ha abordado ya una reducción del mismo de unos 14 millones de euros. El importante incremento de las nóminas, unos 14 millones, obliga a un ajuste aún mayor en todas las partidas de gastos.
Juan José Hinojosa. Decano de la Facultad de Derecho
Entre las grandes unidades de coste, según la clasificación orgánica del presupuesto al que ha tenido acceso SUR, el gobierno y administración de la UMA pasa de 67 a 55 millones. Las bibliotecas universitarias dispondrán de 1,9 millones, frente a los 2,4 millones del año pasado. Los centros de enseñanza propios (las 17 escuelas técnicas y facultades) contarán para su funcionamiento ordinario con 270.000 euros, cuando el año pasado fueron 1,3 millones. El mismo recorte, de un 80% respecto al año pasado, sufren los 88 departamentos de la UMA: su presupuesto pasa de 3,1 millones a 636.000 euros. El ajuste es algo menor en el caso de los institutos de investigación, aunque también ven reducido su presupuesto de manera sustancial, en un 50%, al pasar de 2,6 millones en conjunto a 1,4 millones. Finalmente, el grupo de áreas complementarias de docencia e investigación es la que tiene un menor recorte, del 22%: de 50 millones pasa a contar con 39 millones en este año.
Gastos de personal: 14 millones más en un año
Los gastos de personal experimentan un importante incremento, de 14 millones (por las subidas salariales y de cotizaciones aprobadas por el Gobierno central). Se mantiene también muy elevado el gasto en electricidad (9 millones) y una de las pocas partidas que se incrementan es la destinada al Consejo de Estudiantes, que pasa de 10.000 a 18.000 euros.
Alejandro Rodríguez. Director de la Escuela de Ingenierías Industriales
Manuel Enciso, director de la ETSI Informática, señala que «obviamente un recorte del 80% no puede asumirse y hacer lo mismo que estábamos haciendo. Evidentemente hay acciones que vamos a dejar de hacer, pero se refieren principalmente a proyectos de adaptación de espacios e infraestructuras que teníamos en mente. Y ese dinero habrá que destinarlo al funcionamiento ordinario», señala. Su escuela cuenta este año con 13.000 euros, cuando el año pasado fueron 66.000. «Seguiremos además con las acciones que hacemos con el entorno empresarial pero, en este caso, incluyendo en esa colaboración algún aporte económico que nos permita desarrollar esas acciones. Hemos trabajado muy bien con las empresas desde hace mucho tiempo y su disposición es muy buena a seguir haciéndolo apoyando en todo lo que puedan», explica. Así, por ejemplo, en este mes de mayo la escuelas de Málaga y Sevilla organizan un 'datathon' con Dédalus y esta empresa promociona el evento». Pero hay otras acciones que consideran complementarias a la formación de sus estudiantes y que «creemos que no podemos abandonar, aunque tengamos que asumir ese gasto. Por ejemplo, tenemos un grupo que ha quedado finalista en la fase andaluza del concurso de programación a nivel andaluz y su participación la tendremos que soportar nosotros. Pero es algo que consideramos parte esencial de la Escuela», afirma Enciso.
«Saldremos más fuertes»
El director de la ETSI de Telecomunicación, Rafael Godoy, explica que en su centro hasta ahora «hemos gastado todo el presupuesto (el año pasado incluso faltó). Por lo tanto, en un centro con tanta actividad como el nuestro la respuesta es fácil: no se puede hacer lo mismo que se venía haciendo». Los 63.000 euros de presupuesto del año pasado han quedado en 12.600. El reto que se les presenta es «con imaginación y trabajo, lograr que el recorte no afecte a la formación que damos, en todos los sentidos, a nuestros estudiantes. Y estoy seguro que lo lograremos porque la comunidad universitaria está unida en este objetivo. En nuestro caso, incluso, tenemos el compromiso de las empresas que vienen colaborando con nosotros, y que nos ayudarán con las actividades de empleabilidad, conferenciantes invitados, etcétera. Saldremos más fuertes», afirma Rafael Godoy.
Manuel Enciso. Director de la ETSI Informática
El equipo decanal de la Facultad de Ciencias de la Salud ha revisado detenidamente los gastos e «identificado dónde se puedan realizar desinversiones temporales para afrontar esta situación, sin comprometer la calidad de la enseñanza y el funcionamiento del centro, que son nuestra prioridad», señala la decana, Noelia Moreno: «En una facultad como la nuestra, con titulaciones con el mayor índice de experimentalidad, no podemos permitir mermar la calidad de la enseñanza práctica», afirma, aunque reconoce que este recorte presupuestario afectará a otros aspectos también fundamentales como son las inversiones propias, equipamiento o mobiliario. También se muestra confiada en que, si finalmente llega más financiación de la Junta de Andalucía, «se vea reflejado en las orgánicas de los centro y departamentos, los máximos responsables de la formación de nuestro estudiantado». El presupuesto de la facultad ha pasado de 65.000 a 13.000 euros.
También la Facultad de Medicina está analizando detalladamente el capítulo de gastos, al pasar de contar con un presupuesto de 72.000 a 14.400 euros. «Los presupuestos de las universidades públicas son siempre más ajustados, por lo que estamos obligados a ser muy eficientes. En esta situación particular, la exigencia es aún mayor y estamos valorando cada uno de los gastos que hemos de realizar para afrontar solo aquellos que sean imprescindibles. Y confiamos en poder recibir una ayuda adicional, tal y como se está planteando también desde el Rectorado, entre otras actuaciones», afirma el decano, Pablo Lara.
Juan José Hinojosa, decano de Derecho, señala que su centro ya ha agotado el presupuesto de este ejercicio, 19.000 euros, cuando el año pasado fueron 95.000). «Esperamos poder recuperar parte del crédito perdido a lo largo del año, y que se haga realidad esa financiación adicional por parte de la Junta que comentó el rector».
No a todos por igual
«Muy preocupado por la situación» se manifiesta Alejandro Rodríguez, director de la Escuela de Ingenierías Industriales, a quien no le parece adecuada una reducción del 80% a todos los centros y departamentos por igual. «no es lo mismo una atención protocolaria que la dotación necesaria para que funcione un laboratorio docente. Así, en algunas se podría haber reducido incluso más del 80% y las cuestiones relacionadas con la docencia un porcentaje menor. Así, para cada orgánica hubieran resultado reducciones diferentes, pero con un criterio más razonable que aplicar un 80% a todas las orgánicas por igual», afirma. «Hay departamentos –añade– que tienen a su cargo laboratorios docentes y, por tanto, no deberían haber sido reducidos sus presupuestos en igual medida que otros departamentos que no los tiene. Al igual que ocurre con algunos centros».
No obstante, Alejandro Rodríguez reconoce que la situación «no ha sido nada fácil para el nuevo equipo rectoral que, desde la responsabilidad, ha tenido que tomar decisiones muy difíciles, tanto por la extrema situación económica como por la urgencia de los plazos y muestra su confianza en que, «en la medida de lo posible, el rector y la gerente intentarán corregir y solucionar las situaciones que, a lo largo del año, se puedan producir con algunos centros y departamentos».
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