Seis meses de obras y 4,5 millones para reabrir el túnel de la alta velocidad inundado en Abdalajís
Adif instala una viga metálica superior de 24 metros para reforzar la estructura, con el objetivo de que los trenes regresen en febrero o marzo
El grave desprendimiento y posterior inundación en el interior del túnel 1 de Abdalajís (7,2 kilómetros), en la Línea de Alta Velocidad entre Málaga ... y Córdoba, mantiene este paso cortado al tráfico ferroviario desde mediados del verano. Sin embargo, las circulaciones de trenes han seguido, sólo con algunos retrasos leves, ya que el paso subterráneo dispone de dos tubos independientes, y el segundo de ellos ha estado siempre operativo. Pero no cabe duda de que con el acceso único actual, en caso de que suceda una avería en el túnel 2 ya no habría forma de seguir manteniendo las conexiones con Madrid.
Desde el incidente del pasado 22 de julio, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) trabaja para reabrir el paso truncado. La primera fase consistió en el estudio de las posibles soluciones técnicas para reparar la estructura. Para ello, los técnicos instalaron un sistema de monitorización en la zona afectada, con el que obtuvieron información en tiempo real sobre su estado.
7,2
kilómetros tiene el túnel 1 de la Línea de Alta Velocidad en Abdalajís, aunque la zona afectada por los desprendimientos se extiende a lo largo de sólo 24 metros.
Como resultado, se ha comprobado el grave alcance de los daños y de las obras necesarias, que se han presupuestado en 4,5 millones de euros y todavía tardarán unos seis meses más en terminar. Desde hace semanas ya se avanza en la rehabilitación sobre el terreno. Según explican fuentes de la empresa pública, actualmente las labores se centran en un refuerzo estructural de la pared dañada.
Refuerzo estructural
Para ello, los operarios avanzan en la instalación de una viga metálica en la parte superior de esta zona para reforzar su estructura y proteger a los operarios en las fases siguientes de los trabajos, con una longitud aproximada de 24 metros. Esta viga queda fijada mediante unos bulones autoperforantes, que son unos anclajes que penetran en el terreno hasta alcanzar una profundidad de cuatro metros.
«El conjunto se configura como una línea de sostenimiento y compresión, para evitar nuevos desprendimientos en una zona sometida a las presiones del acuífero cercano», señalan fuentes técnicas del Administrador de Infraestructuras.
Una vez completada esta operación, se reconstruirá el revestimiento del túnel en el tramo dañado. Así, la bóveda, que está formada por grandes piezas de hormigón (llamadas dovelas) y por un anillo de refuerzo interior, se reconstruirá de nuevo, siempre que la comprobación del buen estado de las dovelas dé resultados positivos.
La previsión de los técnicos a cargo de la actuación es que el grueso de estas actuaciones se completará previsiblemente a finales de este año. A continuación, todavía será necesario adecuar los sistemas de drenaje del túnel en esta zona. Por tanto, la reconstrucción finalizará durante el primer trimestre de 2026 (hacia el mes de febrero o marzo).
A partir de ese momento podrán volver a circular los trenes de alta velocidad por ambos tubos, como era habitual antes de que ocurriera el desprendimiento y la inundación del carril.
¿Qué ocurrió?
Tras las fuertes precipitaciones que hubo entre el invierno y la primavera pasadas, el acuífero de Abdalajís reventó y ha vuelto a buscar su sitio natural, dentro del subterráneo construido para la conexión de los trenes de alta velocidad entre Málaga y Madrid en 2007.
Desde entonces, los daños son más que patentes en el interior del túnel 1, con un grave desprendimiento a lo largo de 24 metros de la pared. Mientras, en la plataforma, el agua entra a caño tanto por el muro como por el subsuelo. Los destrozos más importantes están hacia el punto kilométrico 113, donde, además de la caída de escombros por el reventón, el agua ha llegado a cubrir la vía a lo largo de unos 300 metros de carril.
Expertos consultados en aquellos días ya advirtieron de que los desperfectos en el muro son graves y están provocados por la presión del agua, por lo que la solución no sería rápida, como finalmente se ha comprobado. Sin embargo, estas fuentes también se mostraron optimistas, en la medida en que este afloramiento ha podido haber evitado males mayores a la estructura, en la medida en que está aliviando la presión hidráulica por el subsuelo y no tanto por el lateral de la pantalla.
El peligro de operar en la alta velocidad entre Málaga y Madrid con un solo túnel
La Línea de Alta Velocidad (Lav) Córdoba-Málaga, que es la que permite viajar entre la Costa del Sol y Madrid, se equipó en su día con un polémico doble haz de túneles independientes entre sí. Y fue polémico porque las obras, que se hicieron mediante dos tuneladoras, pincharon el gran acuífero de Valle de Abdalajís, y desde entonces el pueblo recibe el agua mediante camiones cuba pagados por Adif.
Las vías de ambos pasos subterráneos, con una longitud de 7,2 kilómetros, son operables en ambos sentidos, de manera que los dos admiten la circulación norte-sur y sur-norte, indistintamente. Gracias a ello, tras el incidente ocurrido en verano en el túnel 1, que obligó a cerrarlo a la circulación, esta se ha mantenido por el túnel 2, sin que los usuarios apenas lo hayan notado.
Pero es indudable que la situación actual es una espada de Damocles sobre el servicio ferroviario de larga distancia, y por ello se tiene que resolver cuanto antes. Y es que ahora, miles de usuarios diarios dependen de la estabilidad de la circulación en el paso único que ha quedado disponible. En el caso de que un tren se quedara averiado dentro de este; o de un fallo del carril o de la catenaria, ya no habría escapatoria y la Línea de Alta Velocidad de Málaga con Madrid se vería interrumpida por completo.
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