Salado: «Hay una intención clara de asfixiar a la provincia de Málaga porque gobierna el PP»
Culpa al Ejecutivo central de un agravio deliberado en movilidad e infraestructuras, que pone en peligro el desarrollo económico y social de los últimos años
El presidente de la Diputación, Francisco Salado, pasó este jueves por 'La Alameda', el programa que coproducen 101TV y SUR, y que presenta el director ... de este periódico, Manolo Castillo. Durante su participación, abordó asuntos que afectan a la provincia, a Rincón de la Victoria, municipio del que es alcalde, y valoró tanto su futuro político a nivel personal como el de su propio partido. En lo que más énfasis puso, fue en la defensa de una teoría que se extiende a todo el PP de Málaga, pero que fue verbalizada con vehemencia por Salado en varias ocasiones: asegurar que el Gobierno central perjudica el desarrollo de provincia de Málaga como estrategia política, al gobernar el PP casi en bloque y en todos los municipios importantes, con la excepción de Cártama.
De esta arbitrariedad, aseguró, se nutriría la falta de avances en la mejora en la A-7, que conecta a la Axarquía con Málaga, o la nula inversión en obras de carácter hídrico, entre otras actuaciones que echa en falta.
«Hay una intención clara de asfixiar a la provincia de Málaga porque gobierna el PP», dijo Salado y resaltó que detrás de esta intención hay una «estrategia política» bien trenzada por parte del Ejecutivo central. Un agravio que buscaría, según explicó, alimentar la idea entre los malagueños de que el PP, tanto a nivel municipal como a nivel andaluz, está sin el suficiente músculo en gestión como para seguir gobernando en futuras legislaturas. Hay que encuadrar estas declaraciones en un contexto cada vez más preelectoral, con las elecciones andaluzas fijadas para el año 2026 y las municipales, ya en 2027.
Receta para seguir explotando la confrontación con Pedro Sánchez o no, Salado puso como ejemplo las obras efectuadas este jueves a primera hora en la A-7, en pleno horario laboral, y que provocaron un caos de tráfico enorme. «La situación está peor que nunca, pero el Gobierno está insensible a los problemas», detalló y apuntó a la movilidad como asunto que requiere de mejoras inmediatas. De lo contrario, dejó claro, muy pronto habrá consecuencias negativas a nivel social y económico.
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Así, el crecimiento experimentado en los últimos años se podría echar por tierra ante la falta de medidas concretas para canalizarlo y ordenarlo. «La movilidad es importante para que una persona decida venir a la Costa del Sol o para que una empresa venga aquí. Si no hay una buena movilidad, no se quedarán en la provincia de Málaga», advirtió.
Preguntado por si la tensa relación que mantenía con el ministro de Fomento, Óscar Puente, había mejorado, tras intercambiar sus teléfonos personales en un foro de SUR, negó una mejora en la comunicación entre ambos. «Le sigo escribiendo cartas y misivas», dejando caer que ninguna de ellas obtiene respuesta. Obviando, además, que aquel gesto fue más por educación que efectivo.
Salado quiso dejar claro que tampoco le tiemblan las piernas para reclamar mejoras cuando las competencias están en la Junta de Andalucía, es decir en el PP. Puso como ejemplo la presión ejercida para mejorar el transporte metropolitano en autobús o la necesidad de avanzar en proyectos como el de una incineradora para mejorar la gestión de residuos. Aseguró que las peticiones que se realizan en este sentido a la Junta se tratarían y trabajarían con más rigor y corrección.
En este análisis de la situación, Salado tuvo duras críticas para el subdelegado del Gobierno, Javier Salas, y para el secretario general del PSOE de Málaga, Josele Aguilar. «Tienen que ponerse las pilas para convencer a sus jefes en Madrid», dijo y lamentó una falta de «sensibilidad» general con los problemas de la provincia. En relación al trabajo de Salas, llegó a decir que «yo no sé para qué tenemos a un subdelegado del Gobierno».
Fuera de este discurso, repasó también su gestión y algunos elementos de interés relacionados con la propia Diputación. Habló sobre el Caminito del Rey, que cumple ahora diez años, y que está llamado a mejorar su experiencia con la construcción de un nuevo puente que prolongaría y mejoraría el recorrido, evitando así el final abrupto que se produce ahora, una vez que se transita el puente colgante. Previsto en un principio para este mes de noviembre, admitió que la obra va con retraso y que no se podrá poner en marcha hasta antes del primer trimestre de 2026.
Preguntado por si su legado al frente de la Diputación, hasta el momento, presenta flancos débiles por la falta de grandes proyectos de renombre, Salado defendió que su condición de alcalde le imprime una gobernanza centrada en mejorar los municipios de la provincia. Aunque luego recordó que bajo sus mandatos se han implantado la marca 'Málaga de Moda', la senda azul o la ampliación del centro cultural María Victoria Atencia, entre otras actuaciones de relieve.
Futuro del auditorio
No siempre la fotogenia política va a la par en el PP de Málaga. Lo dejó claro Salado al mostrar sus dudas sobre el proyecto del auditorio que visiona el alcalde de la capital, Francisco de la Torre, en el muelle de San Andrés. «El alcalde se tiene que repensar la estrategia del auditorio. Málaga necesita un auditorio, sí, pero yo analizaría más el entorno del Palacio de Ferias. Plantearía esa idea más allí», señaló.
Por último, valoró la renuncia a tener una base náutica en de la Cala del Moral. Una decisión adoptada, aseguró, tras constatar que la oposición vecinal a este proyecto era amplia y se extendía no solo a determinados colectivos sino a la práctica totalidad de los residentes de la zona. «Un político tiene que saber escuchar a los vecinos», justificó.
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