Paco Ávila: «El objetivo es que la Utamed lidere la formación online en el mundo hispanoparlante»

Para conseguir ese objetivo, Ávila explicó que Utamed irrumpe en el panorama de la enseñanza superior con el objetivo de «mejorar» el servicio aprovechando las oportunidades que da la tecnología y de ofrecer una formación adaptada a las necesidades del mercado laboral, de ahí su «vocación tecnológica» tanto a la hora de impartir las clases como de la oferta de titulaciones. En este sentido, junto a los grados más tradicionales –con un enfoque también tecnológico– habrá otros para dar respuesta a esa demanda de las empresas.

Sobre el número de alumnos para este primer curso, el presidente de Utamed apuntó que estarán entre los 1.500 y los 2.000 y que se espera llegar a los 4.000 en el segundo. Unas cifras que, a su juicio, «no van a ser difíciles de conseguir porque hay demanda». A este respecto y sobre los que ya están matriculados, añadió que proceden de España y Europa y que la edad media es de 32 años, «aunque creemos que va a ir bajando». Sobre esta media de edad precisó que evidencia que son personas, algunas de ellas con carreras, que quieren seguir formándose y agregó que habrá becas para los alumnos.

Sobre la polémica respecto al auge de la universidades privadas, donde el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llegó a hablar de que algunas eran «chiringuitos», Paco Ávila no quiso «hablar de política porque no soy político», pero sí defendió que haya oferta y competencia en el ámbito de la educación superior porque con ello «mejora el servicio y el sistema».

Además, sostuvo que el debate no se debe hacer entre universidades públicas y privadas sino «entre aquellas que lo hacen bien y las que lo hacen mal» a la hora de cumplir la tríada que define a estos centros: docencia, investigación y transferencia de conocimientos y recordó que hay universidades a las que se les llama «chiringuitos, que están en los ranking de calidad por encima de algunas públicas».

Ávila reveló que tuvo un par de ofertas para entrar en política que rechazó porque «no tengo capacidad para ello, sería un desastre».