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Manuel Calvo y Francisco Salado, con los niños que irán a Groenlandia, entre otros. SUR
Operación traer un iceberg a Málaga

Operación traer un iceberg a Málaga

El aventurero malagueño Manuel Calvo y la Diputación se embarcan en un reto logístico inédito para concienciar sombre el cambio climático, en una nueva expedición que llevará a cinco niños que han superado el cáncer a Groenlandia

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Miércoles, 29 de marzo 2023

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Uno puede imaginarse a Manuel Calvo como el típico aventurero que sale en una revista de National Geographic. La primera vez que este malagueño vio un iceberg en directo fue en 2015. Desde entonces, realiza cada año una expedición a Groenlandia y ha visto con sus propios ojos como el Ártico se derrite. «Aquí hablamos del cambio climático y ahí lo sufren», asegura. Primero fue su pasión por los perros lo que le llevó a estas tierras lejanas, donde el perro de Groenlandia, una de las razas más antiguas, es clave desde hace siglos para la supervivencia de los inuit. En esta ocasión, el viaje a Groenlandia representa un reto logístico de inédita magnitud para concienciar sobre el cambio climático: traer un iceberg desde Groenlandia a Málaga. Una misión a la que se han sumado la Diputación y la Fundación Dingonatura, que ahora forman parte del llamado 'Desafío Ártico'.

Calvo, que partirá a Groenlandia en julio, estará acompañado, además, de cinco jóvenes malagueños que han superado un cáncer. Una manera de reconocer su lucha para vencer la enfermedad y hacer pedagogía sobre el reto que supone afrontar el cambio climático.

«Los glaciares en los fiordos se hacen más pequeños con cada año que pasa. Las capas de hielo son cada vez más finas y esto es algo que empieza a amenazar el estilo de vida de los propios inuit. Sus casas están construidas sobre el llamado permafrost, que es el suelo congelado. Al derretirse éste, se quedan sin su hábitat», explica Calvo. Aquí nace la idea de traer un iceberg a Málaga. Un gran reto logístico, ya que primero se tendrá que remolcar el iceberg a la tierra. De ahí, se subirá a un barco, en un contenedor refrigerado, para emprender un viaje desde Dinamarca hasta llegar a Málaga.

«Una vez aquí, el iceberg se colocará en uno de los puntos con más afluencia de la capital para que se derrita. Queremos que sea un símbolo de lo que está pasando con el calentamiento global», justifica Calvo. Preguntado por el tamaño del iceberg, estima que podrá tener una altura de hasta cinco metros. El iceberg que se traerá a Málaga será uno de los muchos que flotan en el Atlántico Norte. «De ninguna manera vamos a dañar a uno de los glaciares», precisa Calvo a SUR.

Este miércoles, el auditorio Edgar Neville sirvió de espacio para presentar esta nueva edición del Desafío Ártico. Un acto que contó con la presencia del presidente de la Diputación, Francisco Salado, que se mostró entusiasmado con este proyecto. «Vuestro sueño es el nuestro, podéis estar seguros; por eso podéis contar con nuestro apoyo y colaboración en esta preciosa aventura», manifestó Salado, quien ha explicado que la lucha contra el cambio climático es «un asunto capital» para la institución provincial.

Así, recordó que el año pasado la Diputación destinó más de 17 millones de euros a este objetivo. Motivo por el que no se dudó en participar en un proyecto como el Desafío Ártico, que e potencia la concienciación ciudadana sobre el cambio climático.

La expedición partirá a Groenlandia el próximo 12 de julio. En estos últimos años, Calvo se ha convertido en uno de los europeos que mejor conoce a un trozo de tierra que representa el gran reducto de la última era glacial. Groenlandia es la isla más grande del mundo. En teoría, una parte del continente norteamericano. Pero las fuerzas tectónicas hicieron que se separara hace un centenar de millones de años, antes de que se formara el Atlántico. Al final, hace tres millones de años, quedó congelado. El hielo sigue ocupando el 80% de la superficie de Groenlandia, aunque el cambio climático supone ya la principal amenaza para su población. Un lugar ideal para crear conciencia.

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