El obispo de Málaga permanece con pronóstico reservado pero responde al tratamiento

El obispo de Málaga, Jesús Catalá, continúa ingresado en la unidad de cuidados intensivos del hospital Vithas Málaga (Parque San Antonio) y su pronóstico sigue siendo reservado. No obstante, según fuentes consultadas por SUR, permanece estable y los médicos albergan cierto optimismo respecto a su posible recuperación tras el tratamiento de antibióticos de elevado efecto que se le ha aplicado para que remita la septicemia que padece y que le llegó a afectar a órganos vitales. Al parecer, su organismo está respondiendo bien ante ese tratamiento.

Desde el Obispado, se ha comunicado que "dentro de la gravedad, permaneciendo en la UCI, se encuentra mejorando y hay una evolución positiva".

Con todo, se mantiene la prudencia respecto al estado de salud de Catalá, que el pasado 22 de diciembre cumplió 75 años, por lo que presentó su renuncia al Papa Francisco al llegar a al edad de jubilación establecida para las labores episcopales. Pese a ello, el obispo seguía al frente de la diócesis, a la espera de ser relevado por un sustituto que designe la Santa Sede.

El pasado 22 de abril, fue sometido a una operación programada para la retirar un pólipo de la vejiga. Sin embargo, este pasado martes día 29, volvió a ser intervenido de la próstata por la mañana, y por la tarde de ese día también pasó por el quirófano al complicarse su estado de salud. Desde entonces, está ingresado en la UCI aquejado de una importante infección por la que se le llegó a sedar.

Catalá será sustituido este viernes por el arzobispo emérito de Pamplona, Francisco Pérez, que reside en Málaga desde su jubilación, en la misa funeral por el Papa Francisco que albergará la Catedral, a las 20 horas.

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