Martínez Enamorado: «Vamos hacia una sociedad cada vez menos humana, más automatizada y tecnológica»
El doctor en Historia Medieval y profesor en la UMA se encuentra inmerso en diferentes proyectos y trabajos arqueológicos dentro y fuera de Málaga
Virgilio Martínez Enamorado es doctor en Historia Medieval por la Universidad de Málaga, donde también es profesor asociado. El mundo árabe es su especialidad, materia ... en la que continúa investigando. Actualmente se encuentra inmerso en diferentes proyectos y trabajos arqueológicos dentro y fuera de Málaga.
–¿Cómo han ido las clases online durante estos meses?
–Soy profesor asociado en la UMA y de Bachillerato de adultos desde que tenía 24 años. Ha sido complicado y poco agradable. El tema de la socialización de la enseñanza es fundamental, sin eso, se pierde la mayor parte del valor que tiene. Los alumnos tienen que estar socializados, compartir experiencias entre ellos, sin eso el sistema educativo pierde un 50%.
–¿Esto es un antes y un después para la enseñanza?
–Es un antes y un después para todo. Yo que tengo madera de historiador, a veces también hacemos un poco de futurología, y creo que esto es un cambio completo de sociedad, que va a transformarla completamente. Va a marcar un antes y un después.
–Concrete más.
–Vamos hacia una sociedad cada vez menos humana y más automatizada y tecnológica. Conforme se implanta la tecnología, la humanización va descendiendo. Es una sociedad mucho más controlada desde todas las perspectivas: control fiscal, social, económico… Muchas de estas cosas ya se habían anunciado, pero no se habían desarrollado como lo están haciendo ahora, a una velocidad sorprendente. No soy conspiracionista, pero se ve que la tecnología se va a aplicar de una manera importante para el control social.
–¿Esta pandemia será el momento histórico más importante del siglo XXI?
–Es el gran acontecimiento, y a nivel profesional es el acontecimiento histórico de mi vida. No va a haber nada parecido a esto. No pensaba que iba a vivir una cosa así, es algo muy de película, muy apocalíptico. No es por los resultados inmediatos que haya podido tener, sino lo que a traer. Un cambio radical, integral, ya que va a surgir una nueva sociedad en cuestión de meses. La tecnificación ya estaba anunciada antes, pero ahora se ve que todo va mucho más rápido.
–Como historiador, ¿encuentra especial parecido con alguna de las pandemias ya vividas?
–Se parece a la gripe española de 1918, aunque todas las pandemias se asemejan mucho. En este caso, la tecnología es muy superior. La peste negra de 1348 afectó a Málaga de una manera brutal, como cuenta un autor andalusí malagueño de la época, que explica que se enterraba a la gente por centenares. Los documentos recogen que una decena de andalusies ilustres malagueños murieron por la epidemia.
–¿Cuál es el sitio más desconocido o más infravalorado de Málaga?
–Hablo por la parte andalusí, que es lo mío. Bobastro es un sitio impresionante, absolutamente mágico. Está en Ardales y forma parte de la candidatura a Patrimonio Mundial de la Unesco. Lo conoce mucha gente pero es uno de los grandes temas pendientes de la arqueología malagueña, que es poder intervenir en bobastro y sacar aquella ciudad a la luz, porque es imponente. Málaga tiene una riqueza arqueológica impresionante. Del periodo que yo me ocupo, es de las más importantes que hay en España. Los musulmanes estuvieron ocho siglos y hay muchísimos vestigios. Hay muchos sitios en la provincia de Málaga, pero hace falta integrar todo ese conocimiento en una gran red para tratar de extraer conclusiones de orden histórico más sólidas.
–¿Málaga desconoce su pasado andalusí?
–Los malagueños no atienden mucho a ese pasado musulmán, porque Málaga es una ciudad muy del siglo XIX, muy moderna y contemporánea, pero tiene un pasado. Estamos sobre una ciudad fenicia, romana, bizantina, musulmana, con casi 3.000 años de historia. No somos conscientes de que ocupamos un territorio que ha sido transitado durante mucho tiempo. Málaga necesita reencontrarse con su pasado musulmán, en buena parte se hace en los pueblos, cuyos nombres son de origen andalusí.
–¿Alguna recomendación para visitar en Málaga?
–Casarabonela es un pueblo muy bonito, con una historia preciosa. Se produce un hecho muy curioso, que es la adaptación de una granada por parte de un sirio yemení, que se establece allí, una granada que va a ser conocida a nivel mundial por el nombre del personaje, que se llamaba Safar. Con un esqueje traído de Siria, planta la granada y se expande, y era muy sabrosa. Se ha hecho un análisis genético de adn, y es absolutamente determinante, no hay granados como los de Casarabonela. La historia andalusí de Málaga es muy rica, hay que recuperar todo ese tipo de cosas, merece la pena, es muy atractiva.
–¿De los sitios que ha estudiado, con cuál se queda?
–Me quedo con Bobastro, es un sitio fascinante y tiene una historia verdaderamente apasionante. El interior de Málaga es una maravilla, tiene unos valores increíbles.
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