Málaga será una de las primeras ciudades de Europa en ofertar viajes a bordo de drones

El calendario previsto es el siguiente: hacia octubre o noviembre del año que viene se realizarán unos vuelos de validación de los procedimientos específicos para aerotaxis. Estos se harán inicialmente con helicópteros convencionales, y todavía no en las modernas aeronaves que se están construyendo. La ruta irá entre Málaga y Granada, y la fecha elegida se debe a la bajada del tráfico aéreo que se produce habitualmente en esa época, lo que permitirá hacer los tests con menos riesgos.

Así lo explica Marc Olmo, uno de los ingenieros responsables del departamento de desarrollo de negocio de drones en Enaire: «Se trata de establecer los procedimientos de vuelo para las aeronaves comerciales». Para ello, se van a establecer vertipuertos (el espacio para el aterrizaje y despegue vertical) que inicialmente será «virtuales», esto es, áreas marcadas dentro de las pistas donde los Vtol (que es el nombre técnico que reciben estos nuevos vehículos) hacen sus operaciones. Actualmente, ya hay un área establecida en la pista 13/31 del aeropuerto malagueño.

Por tanto, en esta primera fase se trata de definir los procedimientos de vuelo que conecten los vertipuertos de Málaga y Granada. En ese horizonte, Lilium, que es la compañía fabricante de las aeronaves con la que Enaire está colaborando, estará centrada en los vuelos de certificación. Pero, si todo sale bien, hacia marzo de 2026 se harán ya vuelos con el jet de Lilium.

A partir de ahí, Málaga estaría en la «pista de despegue», nunca mejor dicho. Una vez certificados los procedimientos, si todo va bien, hacia finales de 2026 podrían llegar los primeros aerotaxis a Málaga. Son dos años y medio, que es realmente un plazo reducido.

De momento, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (Easa) no permite certificar aeronaves de transporte de pasajeros sin piloto. Y así serán, al menos, en los próximos cinco años. En ese marco, el aeropuerto de Málaga participa en los dos proyectos europeos de cabecera que harán posible este tipo de operaciones: Ensure y OperA.

La idea es definir los vertipuertos y los procedimientos de vuelo para que los aerotaxis sean una realidad. En esta iniciativa también participa el aeródromo de Granada-Jaén. «En el momento en que se pueda volar sin piloto será extrapolable, no se empezará de cero», añade Marc Olmo.

Por tanto, Málaga tiene una posición pionera. «Es uno de los primeros aeropuertos con los que estamos trabajando, y nos parece muy interesante porque es uno de los que tiene más tráfico». A ello, se añade el alto nivel técnico y la implicación de los profesionales de su torre de control.

Este equipo está liderado por Raúl Delgado, jefe de esta infraestructura. «Málaga está en la punta de la lanza; se están haciendo pruebas en más sitios, pero aquí es donde Enaire ha apostado por hacer los ensayos más potentes».

«Málaga destaca por ser el laboratorio de Enaire, que es el gestor del espacio aéreo español», incide un ingeniero aeronáutico experto en esta industria consultado por SUR. «Es pionera porque aquí los proyectos los lidera el gestor del espacio, conectado con la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa), lo que aporta toda la tranquilidad de que saben lo que hacen y que se van a ir dando pasos seguros a nivel regulatorio».

Pero resulta que la comunidad andaluza también tiene un rol importante, como base para los vuelos de prueba y certificación, tanto en Villacarrillo (Jaén) como en el aeródromo Sebastián Almagro, en Palma del Río (Córdoba). «En el mundo de los drones, Andalucía tiene una posición relevante».