Londres, la ciudad de las mil caras

–No fue una elección que hiciera de antemano. Llegué a Londres por primera vez en el verano de 2016 con una beca de prácticas de seis meses. Como la mayoría de los que estamos aquí no pensaba quedarme mucho más tiempo, pero ya han pasado cuatro años y de momento no tengo planes de ir a otra parte.

–¿Qué hora es y qué temperatura hace en este momento?

–Ahora mismo son las seis de la tarde, estamos a 28 grados y brilla el sol, algo bastante inusual.

–¿Qué vistas tiene si se asoma a la ventana de casa?

– Vivo en un bloque residencial grande, y cuando me asomo a la ventana puedo ver la vida interior de las casas de mis vecinos como si fuesen las viñetas de un cómic. De la misma forma que ellos pueden ver la mía; el concepto de la privacidad es diferente aquí. Al principio resulta un poco inquietante, pero con el tiempo te acabas acostumbrando.

–¿Cuál es su plato favorito allí?

–La gastronomía británica no es precisamente de las más glamurosas, pero en Londres se pueden encontrar restaurantes de toda clase. Aunque no soy un gran fan de las cadenas me gusta mucho ir a comer a Bao, una franquicia de restaurantes taiwaneses donde la especialidad son unos panecillos al vapor con rellenos de muchos tipos, agridulces y picantes.

–¿Y en Málaga?

–Los espetos de sardinas son mis favoritos, siempre que sea la época.

–¿Cuándo fue la última vez que estuvo en la playa?

–La última vez que estuve en Málaga, a principios de año. No importa la época en la que vaya; siempre bajo a la playa y casi siempre nado en el mar.

–Recomiende un libro, una canción y una película para este verano.

–'Rebelión en la granja', de George Orwell. El tema'Malagueña', de Pelomono, y la película 'Quemar después de leer', de los hermanos Coen.

–Confiese algo que adore y algo que deteste de Londres.

–Lo que más me gusta son los parques, por toda la ciudad hay un montón de ellos y cuando llega el buen tiempo son los mayores focos de actividad. Lo que más detesto es la basura, en muchos sitios se deja en la acera hasta que pasan a recogerla.

–¿Cómo percibe que se ve Málaga desde fuera?

–Es una de las zonas de España más populares, todo el mundo sabe dónde está y muchos han estado de vacaciones alguna vez, aunque realmente no se sabe mucho de su cultura e historia. El negocio del turismo hace que se vea como una especie de parque de atracciones.

–¿Qué es lo que más echa de menos de Málaga?

– El calor y el buen humor de la gente.

–¿Y lo que menos?

–Los atascos y el colapso de la ciudad que produce el turismo en temporada alta.

–Dígame tres sitios que visitar en Londres.

–El centro cultural Barbican, que es un ejemplo de la arquitectura brutalista de Londres, un paseo nocturno entre los rascacielos de la City y el Museo del Diseño.

–¿En cuántos países ha estado y en cuál se quedaría?

– Hace unos años tuve la oportunidad de vivir en Japón un año, y a pesar de la distancia y el desafío cultural que supone volvería allí sin pensármelo. El buen clima en el verano y la gastronomía tan alucinante que tiene son suficientes razones.

–Cuénteme algo que sólo tengan en Londres.

–La bicicleta, puedes ir a cualquier parte con ella. Aunque no hay muchos carriles específicos para circular, es uno de los medios de transporte más populares y está muy integrada en el tráfico de la ciudad. Una vez que das el paso y pierdes el miedo ya no hay vuelta atrás, es la mejor forma de moverse por Londres.

–¿Cómo describiría la Costa del Sol a alguien que no la conoce?

–Es una zona con una gran belleza natural, mucha historia y los valores de la cultura del Mediterráneo, pero ha sido muy explotada por el turismo y la construcción.

–¿Qué tienen en común Londres y Málaga?

–Ambas son ciudades muy cosmopolitas, en las que se produce un gran intercambio cultural.

–¿Recuerda el verano más feliz de su vida?

–El verano antes de entrar a la universidad fue uno de los más emocionantes, y al mismo tiempo uno de los últimos para descansar y disfrutar de la playa.