¿Cuándo se podrá viajar a bordo de los drones autónomos en Málaga?

Entonces, ¿qué falta para poder viajar en drones autónomos en Málaga? Pues, básicamente, todo lo demás, sobre todo a un nivel administrativo. La llegada de estos vehículos a los cielos de la provincia se retrasará todavía algunos años, porque hace falta una normativa europea y los protocolos necesarios para que la nueva aviación sea 100% segura.

Hasta el momento, a fecha de mayo de 2024 (hay que aclararlo porque esto cambia casi a diario) no hay todavía ningún servicio comercial disponible para pasajeros con este tipo de vehículos en ninguna ciudad del mundo. Aunque la información es confusa, y a menudo se mezclan los anuncios sobre pruebas con los de un inicio de operaciones que se prevé cercano.

La carrera por ser los primeros en estrenarse se la disputan varias ciudades de Estados Unidos, de China y de los países de Oriente Medio. En todos los casos, se prevé que en 2025 se podrán comprar asientos para aerotaxis comerciales en alguno de ellos, o incluso en todos. El gigante asiático es el más avanzado en lo que se refiere puramente a drones (aeronaves autónomas) para pasajeros. Ello se debe, según las diversas fuentes expertas consultadas, a que las citadas naciones tienen normativas por lo general menos restrictivas respecto a este tipo de avances tecnológicos que la Unión Europea.

En cuanto a Europa, se puede decir aquello de que las cosas de palacio van despacio. La última noticia es de mediados de abril, cuando la Comisión Europea adoptó un paquete de normas para las operaciones VTOL o taxis aéreos, con el objetivo de unificar y racionalizar las normativas de todos los estados miembros.

Este avance pretende desbloquear el potencial de la nueva movilidad aérea, e introduce requisitos y procedimientos de certificación de la aeronavegabilidad en toda la UE para los VTOL tripulados y no tripulados, con atención a la integridad física y los riesgos de ciberseguridad que podrían afectar a su funcionamiento.

También se establecen normas para las licencias de los pilotos, el espacio aéreo, las trayectorias de vuelo, el despegue y el aterrizaje; así como las específicas para los servicios médicos de urgencia y las operaciones de rescate. Además, la Agencia de la Unión Europea para la Seguridad Aérea (EASA) requerirá una certificación para los modelos de VTOL que pretendan volar en el viejo continente. Este paso se suma al reglamento sobre el espacio aéreo no tripulado (2023) y a la Estrategia 2.0 de la UE sobre drones, de 2022.

En las ciudades europeas, la carrera la lidera París, que pretende tener aerotaxis a disposición del público para los Juegos Olímpicos que se celebrarán este verano. Aunque, a tenor del ritmo de los ensayos y de la proximidad del inicio de las olimpiadas, todo apunta a que los vuelos se quedarán sólo como exhibición.

En este punto, Málaga puede sacar pecho porque está a la vanguardia del desarrollo de la nueva movilidad en España y en Europa. Y lo es gracias a que el organismo Enaire, regulador del espacio aéreo, ha confiado a los profesionales de la torre de control del aeropuerto un papel protagonista, tanto en el desarrollo de la normativa como de los primeros ensayos de conexiones reales con aerotaxis (de momento, tripulados) en todo el país. «Málaga es punta de lanza, es el referente de Enaire en España para este tipo de tecnología», afirma Raúl Delgado, jefe de la torre de control.

El equipo de profesionales malagueños participa, por encargo de Enaire y Crida, que es su filial de I+D+i, en dos proyectos punteros en Europa, de los que el primero está enfocado a estudiar la convivencia segura de la navegación aérea tradicional y la nueva. Es la iniciativa que se denomina Ensure, para el control del tráfico de drones. En este marco, se están desarrollando procedimientos, legislación y tecnología para facilitar la convivencia entre los drones y los aviones.

El segundo es el proyecto OperA, que estudia la conexión del aeropuerto con la movilidad a bordo de los Vtol en los núcleos urbanos, de puerta a puerta, de forma que puedan convivir los dos sistemas con seguridad (los drones y la aviación convencional). La torre de control está inmersa en estos dos programas dentro del SESAR, un consorcio de la UE de empresas públicas y privadas, para el desarrollo de la aviación del futuro en el Cielo Único Europeo.

Además, también se prevé construir un 'vertipuerto' en el aeropuerto, que es el equivalente a un helipuerto para drones, que estará equipado con puntos de carga eléctrica de alta potencia para recortar el tiempo en el suelo. A ello, se une el estudio de una terminal anexa, o de servirse de las actuales. Aena, como responsable de la zona de tierra, está buscando posibles ubicaciones.

«El pasajero llegará en un avión procedente de Londres, pasará a la zona de 'vertipuerto' y se montará en un dron que le podrá llevar a Granada o a Marbella, pero incluso a su hotel en el Centro y a su vivienda en el campo». El vuelo de Málaga a Marbella tardará entre 15 y 20 minutos; y a Granada, unos 50.

Precisamente, las operaciones de prueba se harán entre Málaga y Granada, y la idea es comenzar con ellas a mediados de 2025. Ya se están diseñando los pasillos para estas rutas, de manera que sean compatibles con las trayectorias de los vuelos tradicionales.

Por tanto, ¿cuándo se podrán subir los primeros pasajeros reales? El marco normativo en la UE se está acelerando mucho porque, como se ve, la demanda y la tecnología ya existen. El horizonte que se maneja actualmente es que en un plazo de tres a cuatro años habrá vuelos comerciales de proximidad. Incluso ya hay empresas de Málaga que están interesadas en esta tecnología, para convertirse en operadores y poner en circulación las primeras flotas de taxis aéreos.