Málaga sufre en el último año una escalada inédita en el precio de los productos básicos
Los alimentos, las bebidas y los artículos para el mantenimiento del hogar se encarecen en 12 meses a un ritmo cinco veces superior a la media de las últimas dos décadas
No son ni las nueve y cuarto de la mañana y Pepa ya ha dejado a su nieta en la guardería y está saliendo del ... mercado de Ciudad Jardín después de hacer una compra frugal. «Sólo me he llevado unas almejitas para hacer un emblanco», comparte esta vecina del barrio con 70 años «recién cumplidos» que usa el cochecito de la pequeña Ana como carrito de la compra. «Voy echando las cosas en la cesta de abajo y así me apaño, que tengo las piernas fatal...», añade Pepa, que se ha llevado las almejas a ocho euros el kilo: «He comprado sólo un puñadito, lo justo para darle un poco de gracia al caldo. Lo de los precios se está notando en todo: la carne, el pescado, el pan... En todo. Yo ya tengo a mis hijos casados y sólo compro para mi marido y para mí, pero las familias más jóvenes no sé cómo se apañan».
Pepa se cruza en la puerta del mercado con Sebastián, que se detiene frente al mostrador de la pescadería Jacobo. Pregunta por el «ofertón» de la caja de langostinos congelados a 4,95 euros que se anuncia en uno de los expositores y se lleva la mercancía en un santiamén. «He venido a tiro fijo, porque ya los he comprado antes y salen muy buenos. Siempre compro lo justo, para no pasarme del presupuesto», brinda este vecino «de toda la vida» de Ciudad Jardín, cuyo mercado empieza a animarse con los primeros corrillos frente a la frutería Jacinto. Allí una clienta pregunta: «¿A cuánto están las fresas?». «A 2,95 el kilo. Son de las últimas y ya están bajando...», añade la frutera con una resignación compartida por los parroquianos.
Porque la incesante escalada de precios en los productos básicos se deja sentir en la cesta de la compra de los malagueños con mucha mayor dureza en el último año. Así lo muestra el análisis de los datos recopilados durante las últimas dos décadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y centrados en los bienes esenciales de la vida doméstica: los alimentos, las bebidas y los artículos para la limpieza del hogar. En concreto, si tomamos los medidores de estos productos en el Índice de Precios al Consumo (IPC) de abril y se comparan con las cifras del mismo mes de 2021, se comprueba cómo en el último año el ritmo de la escalada de precios se ha multiplicado por cinco con respecto a la subida media interanual anotada desde 2002.
Para establecer sus cálculos, el INE analiza la evolución de los precios de 176 alimentos y bebidas no alcohólicas y de 12 bebidas con gradación. Como los productos básicos de la cesta de la compra se miden de manera diferente (la carne o el pescado en euros por kilo; los huevos, en docenas y la leche, en euros por litro, por ejemplo), el INE elabora un indicador que permite seguir la evolución de los precios de manera unitaria y que ahora señala el encarecimiento de la vida en Málaga. Los mismos datos del INE muestran además cómo los precios de los productos básicos del hogar que compran los malagueños se han incrementado entre un 38 y un 60% en los últimos 20 años.
Y no sólo eso, los precios de los alimentos básicos como la leche, el pan o la harina se encarecen incluso más en Málaga que en el conjunto del país. Tanto a nivel nacional como provincial, el IPC de estos productos no ha dejado de anotar récords de subidas desde octubre de 2021. La escalada es inédita. Si nos fijamos en la evolución del último año, el ritmo de crecimiento supera el 11%, cuando la media de incremento se encontraba alrededor del 2% entre 2002 y 2021.
«Hablamos mucho de la energía y de los combustibles, que también, pero la subida más bestial la estamos viendo en la cesta de la compra; sobre todo, en los productos fijos de cualquier familia, como la carne, el pescado y el pan», denuncia el presidente de la Unión de Consumidores de Málaga, Jesús Burgos. «Es especulación, no inflación. Esta subida no es sólo aplicable al aumento los costes de producción, hay que mirar hacia los distribuidores», señala Burgos a la hora de poner en contexto una inflación que en los últimos meses se ha visto espoleada por el incremento del precio de la energía y de los combustibles y por la carestía de materias primas motivada por la invasión rusa en Ucrania.
Al hilo de las reflexiones del presidente de la Unión de Consumidores de Málaga, el análisis de los datos del INE detalla que el ritmo de aumento que han experimentado los precios de las bebidas no alcohólicas este año es similar al de los alimentos. Si comparamos la evolución registrada desde 2002, se aprecia cómo el índice se dispara de forma insólita desde el pasado verano, coincidiendo con el encarecimiento de la electricidad.
Dos tuercas (el coste de la energía y la guerra a las puertas de Europa) que aprietan cada día un poco más al sector primario. «Hay que buscar soluciones. O hay solución o hay abandono. Ahora mismo hay productos con los que no se pueden cubrir costes», detalla el presidente de Asaja, Baldomero Bellido. Esta organización cuenta con más de 5.600 asociados en la provincia de Málaga y su presidente plantea un escenario preocupante para muchos de ellos.
Recuerda Bellido que la actual subida del precio de los cereales y el girasol pilló a los agricultores con sus producciones ya vendidas. «Ahora, si los precios se consolidan, esos productos tendrán mayor precio, pero también llevarán aparejado todo el incremento de los costes, por eso, en muchos casos la subida de precios da para pagar los costes, pero no ganancias», denuncia el presidente de Asaja.
Los artículos de limpieza, disparados
Como ocurre con los alimentos y las bebidas no alcohólicas, los otros artículos que suelen llenar el carrito de la compra, los de la limpieza, también han visto cómo se disparaban sus precios. Desde el pasado agosto, esa factura crece a un ritmo casi cinco veces mayor al de la media de los últimos 19 años. Y, de nuevo, Málaga supera a la media nacional en este aumento.
Esa tendencia no se da en el caso de las bebidas alcohólicas, los únicos artículos básicos en los que el incremento medio nacional está por delante, aunque de manera muy leve, del malagueño. En la provincia, por lo general, son algo más baratas, pero no se han librado de la vertiginosa subida, si bien menos acusada en este caso.
Cubrir costes
Suben los precios, suben los costes de producción y a las estrecheces de las familias se unen los apuros de los encargados de llevar los alimentos a la mesa. «El elevado precio de la electricidad está obligando a muchos agricultores a no regar, porque no esperan obtener un precio que compense. A los ganaderos les ha venido un incremento más brutal todavía, porque a la energía se suma el encarecimiento de los precios por la guerra en Ucrania y ya estamos empezando a ver abandono de explotaciones», lamenta el presidente de Asaja.
Bellido reitera que los agricultores y ganaderos locales apenas llegan a cubrir costes con el incremento de los precios y que muchas explotaciones se enfrentan a un horizonte sombrío si no se toman medidas no sólo a corto, sino también a medio y largo plazo.
Medidas que muchas familias malagueñas aplican en cada visita a la tienda cuando van a llenar, en lo posible, la cesta de la compra. Ahí está Pepa, saliendo con algo de prisa del mercado de Ciudad Jardín para dejar el emblanco listo antes de recoger a su nieta de la guardería: «Había un pescado con una pinta... Pero bueno, hoy me llevo las almejitas y ya mañana Dios dirá».
Metodología
Para realizar esta información se han utilizado los datos del Índice de Precios al Consumo (IPC) que elabora mensualmente el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se han seleccionado cuatro de los 12 subgrupos que el INE incluye dentro de lo que considera 'cesta de la compra' para analizar cómo afecta la inflación a los malagueños en los productos básicos que adquieren para su hogar. Los subgrupos elegidos son los alimentos, las bebidas no alcohólicas, las bebidas alcohólicas y los bienes y servicios para el mantenimiento del hogar.
Para ello, se han analizado los índices registrados mensualmente en cada subgrupo desde enero de 2002, primer dato disponible con el sistema de medición actual, hasta abril de 2022. Se han calculado las variaciones anuales teniendo en cuenta como mes de referencia abril de cada periodo para poder comparar con el último dato publicado este año, también de abril. El cálculo de estas variaciones ha permitido comprobar el ritmo de crecimiento de los precios en los diferentes grupos en los últimos 12 meses, para después poder compararlo con la tendencia de años anteriores.
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